Televisa lanzó Blim, su nuevo servicio de entretenimiento de video bajo demanda por suscripción (SVOD) con un precio mensual de 109 pesos, que estará disponible en México y América Latina, excepto Brasil.
La plataforma se distinguirá por tener contenido exclusivo de Televisa y el cine mexicano que actualmente distribuye Videocine, entre muchos otros programas.
Una de las estrategias de Televisa contra Netflix y otras plataformas será retirar de manera paulatina todas sus producciones de la ventana de sus competidores.
“En corto plazo, estarán disponibles en esta plataforma, dependiendo de las vigencias, pero serán exclusivas”, explicó Bruce Boren, director de Televisa Networks.
La oferta
Además de las producciones clásicas de Televisa, la empresa comenzó a producir series originales de gran formato como El hotel de los secretos (basada en la serie española El gran hotel) y la comedia Burócratas, que ya se puede ver en dicha plataforma.
“Las alianzas y el contenido con el que contamos no tienen igual dentro de las opciones que actualmente existen, por lo que cualquier usuario que lo utilice encontrará gran variedad de títulos que no podrá hallar en ningún otro lado”, explicó Carlos Sandoval, director general de Blim.
También estarán El Chivo, La esquina del diablo, Isabel, Ministerio del tiempo, Wayward Pines, las películas de Cantinflas y en exclusiva, toda la franquicia de James Bond, incluyendo Spectre, disponible a partir de mayo.
“En Blim estarán todos los estrenos mundiales y será la primera ventana de producciones y estrenos exclusivos de Televisa y de otros productores de contenido exclusivo”, agregó Lara en conferencia de prensa.
Las plataforma arranca con 13,000 horas de contenido, que contendrá la “versión curada” de la inmensa biblioteca de Televisa y sus 55 años de historia.
Del contenido, 30% es infantil, con caricaturas y series.
Bruce Boren dijo que el grupo lleva tiempo “poniendo contenido en otras plataformas, hoy en día hay muchos competidores y siempre ha habido OTT en la plataforma de TV de paga.
“A diferencia de los canales lineales, que tenemos que esperar las mediciones de terceros, esta plataforma nos permitirá inmediatamente saber qué es lo que la gente está viendo, lo que le gusta”, dijo.
Cuestionado respecto de una eventual regulación. El vicepresidente dijo que eso corresponde a las autoridades y a Televisa.
Con Blim, Televisa abre una tercera ventana que viene a sumarse a la televisión abierta y por cable. Así, se convierte en una apuesta muy fuerte de la empresa por dar batalla en el mercado de SVOD.
Netflix salió al mercado en el 2011 a un costo de 99 pesos, mismo que ha mantenido a la fecha, mientras que Claro Video salió un año después, en noviembre del 2012, con una renta mensual de 69 pesos.
La suscripción a Blim cuesta 109 pesos al mes en dos pantallas y los usuarios podrán pagarla con tarjeta de crédito, débito y PayPal.
“El contenido de Blim se puede disfrutar en dos pantallas a la vez y de manera simultánea y estamos seguros que se convertirá en la preferida del consumidor por todo lo que ofrecemos”, añadió el director del nuevo servicio de streaming.
Televisa cuenta con 18 canales en televisión restringida y “Blim representa la evolución del negocio de la televisión de paga, apostando por la producción y distribución de contenidos a nivel no lineal en sus mercados”, mencionó Boren.
El año pasado, Manuel Gilardi, directivo de Televisa, dijo que los over the top (OTT) y las multiplataformas de transmisión de contenido, más allá de representar una sustitución, representaban una complementariedad de los medios.
Hasta el 2014, se tenía registro de que Netflix tenía alrededor de 48 millones de usuarios en más de 40 países, mientras que en México llegaba al millón de usuarios.
Un estudio realizado en Estados Unidos en el 2013 por la consultora eMarketer afirmaba que 20% de los clientes de Netflix cancelaron sus suscripciones a los servicios de televisión de paga y preveía que dicho fenómeno se incrementará.
Según los especialistas, el incremento en los servicios OTT será resultado del crecimiento en la penetración y calidad de la banda ancha, así como la implementación de estrategias por parte de los proveedores, como el empaquetamiento de servicios y la exclusividad de contenidos como principal atractivo para el usuario.
Así, los OTT imponen una fuerte presión competitiva sobre los servicios ofrecidos directamente por las redes de telecomunicaciones, ya que compiten directamente con los servicios de TV restringida al proveer contenidos comparables, con la ventaja de colocarlos bajo demanda y con la característica de ser ubicuos.
El Economista