Conecta con nosotros

Chihuahua

Eliminan a judoca cubano… ¡Por morder a su oponente!

El judoca cubano Oreydi Despaigne, de la categoría de menos 100 kilogramos, quedó descalificado en octavos de final ante Ramziddin Sayidov, de Uzbekistán, por haber mordido a su rival cuando faltaba medio minuto para terminar un combate que iba ganando.

La acción, algo confusa, se produjo cuando el cubano dominaba el marcador. El atleta de Uzbekistán lanzó la mano para coger la solapa del kimono de Despaigne pero calculó mal y puso el dedo en la boca del cubano.

Sayidov se quejó de que el cubano lo había mordido y los jueces, después de consultar con la comisión de arbitraje, decretaron la descalificación de Despaigne.

«Intenté hablar con los jueces y les dije que fue el rival quien le puso la mano en la boca. Me dijeron que no, que lo mordió. ¿Cómo lo va a morder? Esto nunca ha pasado en el judo. Llevo cuarenta años en esto y nunca he visto algo así», dijo Justo Noda, el entrenador cubano.

Despaigne, su pupilo, también se mostró muy disconforme con la decisión cuando se retiraba abatido hacia los vestuarios.

«Me siento bien con la competición que hice pero defraudado por esta injusticia. Él me tiró la mano a la boca, me la partió. ¡Mirad! ¡Todavía la tengo hinchada!», dijo el cubano resignado.

Esta decisión le costó la posibilidad de luchar por las medallas ya que, de haber vencido el combate que iba ganando a medio minuto para el final, se habría clasificado para cuartos de final, ronda en la que, aunque perdiera, optaría al bronce a través de la repesca.

Despaigne, quien ganó plata en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y bronce en el Campeonato Mundial de Judo de 2010, solo disputó este combate al haberse clasificado directamente a segunda ronda.

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Chihuahua

Terror en la carretera Chihuahua-Ojinaga: hallan cuerpo desmembrado, calcinado y con armamento de alto poder

La violencia volvió a dejar su firma con sangre en una de las rutas más transitadas del estado. La mañana de este miércoles, autoridades fueron alertadas por la presencia de restos humanos en la carretera Chihuahua-Ojinaga, a la altura de un tramo despoblado. Aunque el reporte inicial hablaba de dos cuerpos, elementos de la Policía Estatal confirmaron que se trataba de un solo cadáver, desmembrado y calcinado.

El hallazgo fue aún más inquietante por los objetos encontrados junto a los restos. En el sitio yacían una cabeza humana, dos brazos cercenados, dos fusiles de asalto, tres cargadores, un chaleco porta placas color negro y dos identificaciones oficiales a nombre de Gerardo V. V., con domicilio en Villa Vicente Guerrero, Durango. Las piezas humanas estaban esparcidas sobre el pavimento y zonas aledañas, en lo que se presume fue una ejecución con mensaje entre grupos criminales.

La escena fue asegurada por agentes estatales, mientras que minutos después arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y personal de la Guardia Nacional, quienes desplegaron un operativo de resguardo del área e iniciaron las primeras diligencias. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima ni el móvil del crimen.

La brutalidad del caso, sumada a la presencia de armamento militar, refuerza las líneas de investigación relacionadas con el crimen organizado. Las autoridades no descartan que la víctima haya pertenecido a alguna célula delictiva y que su ejecución esté vinculada con ajustes de cuentas o disputas territoriales entre cárteles que operan en la región.

Este hecho se suma a una cadena de actos violentos registrados en el estado durante las últimas semanas, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en zonas carreteras y la capacidad de respuesta institucional. Las autoridades han pedido colaboración ciudadana para recabar información que permita dar con los responsables, aunque reconocen que el nivel de violencia exhibido en este caso habla de una estructura criminal con acceso a logística, armamento y recursos.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su análisis e identificación definitiva, mientras la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Entretanto, la carretera Chihuahua-Ojinaga, vital para el comercio y la movilidad regional, se convierte en un nuevo escenario del terror con una advertencia implícita para quienes disputan el control de la zona.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto