Los tanques de almacenamiento de Pemex sólo guardan gasolinas equivalente a dos días de suministro a nivel, lo que, de acuerdo con especialistas, crea un riesgo para la seguridad nacional en vista de que importamos poco más del 50 por ciento del combustible que se consume en el país.
Esto contrasta con lo que sucede en países desarrollados. Por ejemplo en Estados Unidos se deben tener por ley hasta 90 días de abasto; Francia 98.6 días, o Japón 70 días.
El desarrollo de inventarios estratégicos de combustible fue una de las omisiones de la reforma energética, y ahora ha quedado a voluntad discrecional de la Comisión Reguladora de Energía, fijar las reglas para desarrollarla, lo que hasta ahora no se ha hecho.
OMISIÓN DEL ESTADO
La creación de almacenamientos de petrolíferos e hidrocarburos en México se le dejó a la industria privada en la reforma energética, sin embargo, en otras naciones, por ser un tema de seguridad nacional es el Estado el que mandata y controla una reserva de inventarios estratégicos que en este país no existe.
En Estados Unidos, por ejemplo, existe el Energy Policy and Conservation Act para la creación de Reservas Estratégicas de Petróleo que regulan que el estado deberá contar con al menos 90 días de productos.
Por este acto el gobierno de ese país tiene poder exclusivo sobre esta capacidad de reserva de unos mil millones de barriles que se almacenan en cavernas salinas del Golfo de México, cerca de Texas y Luisiana.
Japón, una isla con un territorio que cabría 20 veces en México, tiene capacidad para almacenar hidrocarburos por 70 días.
Además, en el país vecino hacia el norte, se tiene la llamada “capacidad de emergencia” que en total son 2 millones de barriles de petrolíferos para abastecer a las casas y comercios en caso justamente de una situación de esa índole, según información de la Agencia Internacional de Energía.
En México esa situación es vista de una manera distinta, Erik Legorreta, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Petrolera (AMIPE), dijo que en el país nunca se ha visto como un tema de seguridad nacional.
“Es un recurso finito, entonces en cuanto a nuestras políticas sí lo debemos de pensar en el futuro cercano como un asunto de seguridad nacional.
El Financiero