El Gobierno chino anunció hoy que penalizará a 357 funcionarios por su implicación en el mercado negro de vacunas que se destapó el pasado mes de marzo, y por el que han sido detenidas 202 personas.
El Consejo de Estado (Ejecutivo) acordó en una reunión presidida por el primer ministro, Li Keqiang, que más de trescientos funcionarios involucrados en el escándalo perderán su trabajo o serán degradados, publica la agencia oficial Xinhua, sin dar más detalles.
A finales de marzo, las autoridades chinas anunciaron la desarticulación de una red que comerciaba ilegalmente con vacunas desde 2011, en la que estaban implicadas al menos 30 empresas y 16 centros de vacunación.
Hasta ahora, 202 personas han sido detenidas en relación a este negocio ilegal dirigido por una madre y su hija de la provincia de Shandong (este), también arrestadas, y que compraron las vacunas de manera legal e ilegal y las vendieron a traficantes y a centros públicos de control y prevención de enfermedades.
Las vacunas, valoradas en 570 millones de yuanes (88 millones de dólares, 78 millones de euros), no eran transportadas en las condiciones necesarias ni habían sido refrigeradas adecuadamente, por lo que se estima que pueden llegar a causar una discapacidad o incluso la muerte.
Tras conocerse el escándalo, la Organización Mundial de la Salud pidió a China que refuerce sus controles en el mercado privado de vacunas, el único que en la segunda economía mundial ofrece las inyecciones para prevenir la neumonía, meningitis, neumococo y rotavirus.
EFE