El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó hoy martes a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, para expresar sus condolencias por el terremoto que sacudió el sábado ese país y prometió que hará «todo lo posible» para ayudar a la recuperación de Ecuador tras el desastre.
Obama llamó por teléfono a Correa para «expresarle las condolencias del pueblo estadounidense por la pérdida de vidas causada por el terremoto del 16 de abril», informó la Casa Blanca en un comunicado.
«Los dos líderes conversaron sobre la asistencia que el Gobierno estadounidense ha proporcionado para apoyar a las víctimas del terremoto, y el presidente (Obama) aseguró al presidente Correa que Estados Unidos hará todo lo posible para apoyar la recuperación de Ecuador», agregó.
Un equipo de la Agencia para el Desarrollo Estadounidense (Usaid) ha llegado a Ecuador para ayudar en la distribución de ayuda de emergencia a la población afectada, según anunció hoy el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, telefoneó hoy también a su homólogo ecuatoriano, el canciller Guillaume Long, para comunicarle la llegada de ese equipo, que proviene de la oficina de Asistencia a Desastres en el Extranjero de Usaid.
Ese equipo fue enviado «a petición del Gobierno ecuatoriano» y «apoyará la distribución de suministros de emergencia a las poblaciones afectadas por el terremoto», explicó Kirby.
Usaid no tiene oficina en Ecuador, país que abandonó en septiembre de 2014 después de que el Gobierno ecuatoriano anunciara que la cooperación con esa agencia -que depende del Departamento de Estado- quedaba congelada hasta que no se firmara un nuevo convenio bilateral sobre la materia.
En su conversación con Obama, «el presidente Correa agradeció al pueblo estadounidense su ayuda en este difícil momento», de acuerdo con la Casa Blanca.
Estados Unidos está «dispuesto y preparado para proporcionar cualquier otra asistencia» a Ecuador, «de acuerdo con sus necesidades y según lo soliciten», aseguró el portavoz del Departamento de Estado.
El terremoto dejó más de 400 muertos, 4.027 heridos, 231 desaparecidos y unas 20.000 personas sin hogar, según las últimas cifras proporcionadas hoy por el Gobierno ecuatoriano.
Correa cifró hoy en unos 3.000 millones de dólares las pérdidas como consecuencia del terremoto, lo que supone «un 3 % del producto interno bruto» y «significa reconstrucción de años».
Ecuador está en plena fase de rescate de supervivientes y víctimas mortales entre los escombros del terremoto y ya han llegado al país 654 integrantes de equipos de rescate, si bien esa cifra puede ascender hoy a 800, según el canciller ecuatoriano.
Fuente: EFE