Netflix llegó el año pasado a España dentro de su proceso de expansión que le ha llevado a estar disponible en más de 130 países, sin embargo, su previsión de crecimiento no es tan buena como los analistas esperaban.
Uno de los principales problemas que cuenta Netflix a la hora de seguir expandiéndose internacionalmente y seguir captando clientes en todo el mundo es la disponibilidad de conexión, por eso desde la compañía no descartan realizar una acción que hasta ahora parecía impensable: dejar al usuario que descargue su contenido.
A día de hoy el contenido de Netflix sólo puede verse a través de streaming, con lo que esté donde esté el usuario necesitará de una conexión para disfrutar del contenido. Es cierto que Netflix codifica los vídeos para adaptarse al tipo de conexión de cada usuario, pero en algunas regiones esto es todavía insuficiente. Además, hay en ciertos momentos -como viajes- en los que el usuario no dispone de una conexión fluida y la descarga podría suponer un gran aliado para la plataforma.
Así lo reconoció después de presentar resultado el propio CEO de Netflix, Reed Hastings, al editor de Re/code Peter Kafka, a quien le comentó que «vamos a tener la mente abierta sobre este aspecto». El propio Hastings reconoció que «hemos estado muy concentrados en poder hacer ‘click’ y ver algo directamente, así como tener una transmisión bonita y simple. Nos hemos extendido a todo el mundo y vemos un conjunto desigual de conexión de redes; debemos mantener una mente abierta [sobre las descargas]».
Aunque Hastings no ha dado más detalles sobre cómo sería este sistema de descargas, se especula con que la plataforma podría seguir un sistema de descarga de contenido como el que permite iTunes o Google Play en sus alquileres. Así, el usuario se descarga una película o serie a su dispositivo, que podrá ver offline, y pasado unos días desaparecerá de la memoria de su terminal habiendo así ‘devuelto’ el alquiler.
Economía Hoy