Los panistas Felipe Calderón y Javier Corral, quienes en el pasado sostuvieron desencuentros, tuvieron un reacercamiento este viernes… el cual quedó marcado por la distancia.
Ambos políticos volvieron a reunirse en el arranque de las campañas para presidentes municipales y diputados locales en Chihuahua, donde Corral es candidato a gobernador, pero no hicieron eco del encuentro y durante sus intervenciones apenas hicieron menciones uno sobre el otro.
“Bienvenido a Chihuahua, Felipe Calderón, su presencia solidaria con el panismo de Chihuahua no se simula”, dijo Corral al inicio de su discurso, que centró en la situación actual del estado y en acusaciones en contra del gobernador, el priista César Duarte, y su oponente, Enrique Serrano, candidato a mandatario estatal por la coalición PRI-PVEM-Panal-PT.
Calderón, por su parte, dedicó sus palabras a destacar las cualidades de la candidata por la Alcaldía de Chihuahua, Maru Campos, y sólo mencionó el nombre del senador con licencia un par de veces.
“Chihuahua tendrá sin duda alguna una persona capaz, una persona preparada que tiene dos maestrías, que le permiten tener un amplio conocimiento de la difícil tarea de ser gobierno, una persona que ha mostrado su compromiso con las y los chihuahuenses, una persona que conoce palmo a palmo, calle a calle, la Ciudad de Chihuahua, no sólo su norte desarrollado y avanzando, sino también el sur dolido y empobrecido. Chihuahua merece a Maru Campos como su próxima presidenta municipal”, enfatizó.
El expresidente se refirió a la candidatura de Corral al plantear un llamado, en particular a los candidatos independientes y sus seguidores, a sumarse al proyecto de Acción Nacional, por considerar que son los opositores mejor posicionados.
“A quienes legítimamente han buscado otras opciones incluso las vías independientes, yo creo que es importante que no se divida el voto de los ciudadanos que quieren cambiar Chihuahua. Yo creo que es importante que no se disperse el esfuerzo, que vean la fuerza de nuestros candidatos que van adelante en las encuestas, que son las mejores opciones opositoras y que se unan en un acuerdo digno por el bien del estado y por el bien del municipio”, finalizó entre vítores en favor de Corral y Campos.
Este reencuentro se da a cuatro años de que la relación entre ambos panistas sufriera su peor fractura, cuando en 2012 cruzaron señalamientos de «cobarde», luego de una serie de críticas de Corral al gobierno de Calderón.
Días antes del evento, priistas de Chihuahua criticaron la visita de Calderón, al señalar que su estrategia contra los cárteles del narcotráfico provocó violencia en la entidad.
CALDERÓN JUSTIFICA SU GOBIERNO, ANTE LA VIOLENCIA EN CHIHUAHUA
El expresidente Calderón no desaprovechó la oportunidad de justificar su administración, al señalar que la violencia que se vivió durante su sexenio en Chihuahua fue producto de años de corrupción y complicidad, y no de las acciones encabezadas por su gobierno.
“Me tocó vivir, precisamente, la peor crisis de seguridad pública y fue en ese terrible momento, en el momento más crítico, más doloroso y más difícil que se recuerde en este bello estado (…) Y no, no fue, como pretenden decir nuestros adversarios, la acción del gobierno federal la que generó inseguridad y violencia. Fue la inseguridad y la violencia que esos años de complicidad y corrupción generaron la que obligó la intervención decidida y valiente del gobierno federal en apoyo de los chihuahuenses”, abundó.
Al reconocer que fueron años difíciles, Calderón presumió que, con el despliegue de las fuerzas federales, se logró que al final de su gestión la criminalidad en Ciudad Juárez se redujera 72%. Para 2012, al cierre de su sexenio, Chihuahua y Guerrero encabezaron el índice de homicidios con 77 por cada 100,000 habitantes, según datos del INEGI.
“La única manera de que eso no vuelva a pasar es que el gobierno cumpla su función, que en lugar de que la Policía esté, como estuvo al servicio de los criminales, la policía esté al servicio de la ciudadanía”, apuntó.
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