Ayer en el desfile por el Día del Trabajo, cientos de trabajadores aprovecharon para protestar en contra de las pésimas condiciones laborales actuales y exigir que pare la corrupción y la impunidad en los centros de trabajo, que haya mejoras en la canasta básica, el transporte, las pensiones y las reformas laborales y educativas.
“¡Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta!”, dijeron en coro los manifestantes –en su mayoría de sindicatos- que realizaron una marcha no oficial para hacer visibles sus inconformidades. Aunque en la capital las exigencias no pasaron a más, no pasó lo mismo en Juárez donde quemaron una piñata en forma de rata que representaba la imagen de todos los partidos políticos.
Allá en Juárez casi casi que la marcha termina en tragedia, pues manifestantes y policías estuvieron a punto de agarrarse a los golpes, luego de que los últimos los bajaran del escenario donde tomaron el micrófono y comenzaron a expresar sus inconformidades.
Este ánimo es generalizado y pareciera que el gobernador César Duarte tomó en cuenta los gritos y anunció –justo a poco de las próximas elecciones y de su salida del Ejecutivo Estatal– que se extenderá el descuento del 50% para el trámite de la revalidación vehicular, ya que los chihuahuenses han sido cumplidos y se merecen el premio.
También anunció que subirá el sueldo a los empleados de Gobierno del Estado un 7 por ciento, ya que gracias a las finanzas sanas que mantiene actualmente Chihuahua es que se propicia este tipo de ajustes. ¿Será que quiere quedar bien para limpiar un poquito su pésima imagen al frente del Gobierno de Chihuahua? Ya veremos qué sucede cuando la deuda caiga a manos del próximo gobernador.
Pero aún con esto, lo cierto es que el sindicalismo ya agoniza. Muchos van por mera inercia y más a fuerzas que con ganas, y como los sindicatos charros desde hace mucho se ponen más del lado de los patrones que de los trabajadores, poco a poco se han venido convirtiendo en monstruos sin utilidad ni vigencia. Cuestión de tiempo para que mueran lentamente de hambre.
Por cierto, la participación de Enrique Serrano en el foro de candidatos a gobernador organizado por la Cámara de la Industria de la Construcción fue de lo más simplona, su intervención dejó mucho qué desear e incluso fue opacada por el candidato independiente Chacho Barraza y el panista Javier Corral. El priísta aseguró que de ganar formaría un consejo anticorrupción, que no sería tapadera de nadie, y que habrá harta obra para los constructores.
Así que Duarte y el priismo estatal deberán echarle ganitas si es que quieren conservar el mando alto de Chihuahua, pues las propuestas de Serrano no pasan de ser cumplidoras y de cajón, sin contar la poca simpatía que despierta el candidato a los ciudadanos.
Y es que muchos ponen en entredicho las promesas del candidato priísta, pues a algunos les parece que promete por prometer. Un ejemplo es su propuesta de construir un acueducto desde la laguna de Bustillos hasta los campos menonitas, pese a saber que el agua de dicho lugar está fuertemente contaminado.
Otras propuestas que saben a charra son el eliminar las cuotas de inscripción en prepas y universidades. Suena muy bien, desde luego, pero ¿quién va a absorber el costo de estas medidas, sobre todo si contamos que el próximo gobernador heredará una deuda de 41 mil millones de pesos… y contando. Vaya, hasta en la Sierra anda prometiendo “novias” juarenses a los muchachos. Podrá ser vacilada, pero con tanta locura uno ya ni sabe qué es en serio.
En donde el barco está por hundirse es en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) al pretender expulsar a Víctor Quintana Silveyra de sus filas, por apoyar el proyecto del panista Javier Corral. De hacerlo, seguro que Morena perdería al grueso de sus seguidores, pues Quintana es la imagen que mantiene vivo a este partido en Chihuahua.
Parece que a su actual dirigente, Martín Chaparro, se le olvida que Víctor fue uno de los fundadores del partido y el primer presidente a nivel estatal, aparte de que es considerado uno de los principales actores de la izquierda y del mundo intelectual en Chihuahua.
Llámelo sospechosismo, pero huele raro el hecho de que el único debate entre los candidatos a la gubernatura caiga justo el 21 de mayo, fecha en la que los Bravos de Ciudad Juárez jugarán en la frontera por el ascenso a la primera división del futbol mexicano, y por si fuera poco, el día de la elección, el 5 de junio, México jugará contra Uruguay en la Copa América Centenario. ¿A quién le estarán sonriendo los astros para alinearse de esta manera?
Al que le están rogando y rogando que decline es al candidato independiente ‘Chacho’ Barraza, quien parece que no las trae todas consigo y anda en tercer lugar de las preferencias electorales, por lo que desde el equipo corralista quieren reclutarlo, pero por las voluntades y votos que trae consigo, por supuesto.
Hasta ahora ‘Chacho’ ha descartado dicha declinación. En primera porque es un hombre serio que quedaría mal al haber hecho el mitote de la candidatura independiente, juntar las firmas, encabezar las brigadas, todo para al final sumarse al partidismo que dice combatir. Otro punto es que sus seguidores lo siguen precisamente por el hartazgo que han despertado los partidos en la sociedad, y difícilmente obsequiarían su voto a Corral a pesar de que él los invitara a hacerlo. No obstante, desde el war room de Corral están queriendo vender la idea de que, más allá de todo, lo importante es descarrilar a Serrano y de pasada quedar él de góber ¿qué listo, verdad?
«No se equivoque. Nosotros no nos sumaremos a ningún partido. Somos independientes y yo entré para ganar. Este movimiento independiente surge del hartazgo hacia el PRI y hacia el PAN. Nuestro único compromiso es con el Chihuahua que merecemos», les respondió Barraza.