Los dolores abdominales y lumbares, representan la tercera causa de motivo de la consulta en las áreas de urgencias de los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social en Ciudad Juárez y entre esos dolores, están precisamente los que ocasionan las “piedras en los riñones”, comúnmente llamados: cálculos renales.
Especialistas del IMSS explican que la formación de cálculos o “piedras” en el sistema urinario no es una enfermedad, pero sí la manifestación de diversos trastornos que ocasionan que la solución en varios de los casos sea a través de intervenciones quirúrgicas, aunque en gran parte también son de tratamiento médico.
Estos malestares afectan más en el grupo de edad de entre los 30 y 50 años y al sexo masculino y se atribuyen en gran medida a malos hábitos alimenticios.
El origen de estos cálculos tiene diversas causas y se relaciona principalmente con desórdenes en el metabolismo del ácido úrico, del calcio y de los fosfatos, así como malformaciones e infecciones de las vías urinarias y con padecimientos como la gota y el cáncer. También se le relaciona con tener familiares que los padezcan, con el trabajo extenuante, con la deshidratación, con residir en clima cálido, con beber poca agua y con la utilización de suplementos alimenticios.
Por ello se alerta de productos ricos en ácido úrico como las carnes rojas, embutidos, mariscos, algunas frutas, verduras y legumbres, o ricos en sal como las palomitas de maíz, papas fritas, tocino ahumado, sopas de lata, pescados y aves de corral saladas, etcétera.
Aunque se reconoce como factor los productos ricos en calcio, se acostumbra limitar poco el consumo de éstos. Se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua diariamente como mínimo.
También explican que los cálculos renales se forman generalmente en el riñón y pueden descender progresivamente por el sistema urinario. Es posible que no ocasionen molestias en su recorrido y pasen inadvertidos, pero también pueden manifestarse con dolor el cual varía dependiendo del tamaño de la piedra y su ubicación.
Generalmente el dolor es de tipo cólico y se localiza en un solo lado de la región lumbar, suele comenzar de pronto y ser muy intenso, acompañado por náuseas o vómitos, sudoración e incluso elevación de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca. Otras manifestaciones son urgencia de orinar, sensación de orinar incompleta, aumento en la frecuencia de las micciones y presencia de sangre en la orina.
Aun cuando para diagnosticar se requiere de estudios que implican condiciones especiales que no se pueden dar en los servicios de urgencias hospitalarias, los médicos que atienden y que cuentan con gran experiencia, pueden identificar un problema de esta naturaleza y darle el seguimiento requerido que en ese momento, el principal es el aliviar el dolor.
Dependiendo del daño ocasionado, se canaliza para su resolución definitiva mediante intervención quirúrgica o tratamiento médico.
Pero se insiste en la prevención elemental para eliminar factores de riesgo: mejorar la alimentación, beber abundante agua y buscar disminuir los grados de estrés.