Las condiciones de clima extremo se están convirtiendo en el principal riesgo para lugares considerados patrimonio mundial como la Isla de Pascua, las Islas Galápagos o Stonehenge, lo que representa una amenaza para el turismo y la economía, dijeron ayer científicos y expertos de Naciones Unidas.
Los países en desarrollo como Nepal, que alberga al Monte Everest, y Uganda, hasta donde viajan los turistas para ver gorilas, se verán particularmente perjudicados porque dependen de los ingresos del turismo en mayor medida que los países ricos, dijeron expertos en un reporte.
“Para ellos se trata de ingresos muy importantes. Es un factor de impulso económico contar con un sitio considerado como patrimonio de la humanidad”, dijo Adam Markham, autor principal del reporte y subdirector de la Unión de Científicos Preocupados (UCP), a la Fundación Thomson Reuters.
“Si los atributos que atraen a los turistas hasta esos lugares resultan dañados por el cambio climático, eso podría generar un enorme revés para las economías que viven del turismo”, sostuvo en una entrevista telefónica.
El turismo es uno de los sectores de más rápido crecimiento, al generar 9 por ciento del Producto Interno Bruto mundial y proveer 1 de cada 11 empleos, de acuerdo a la UNESCO, al programa de medio ambiente de la ONU y a la UCP.
Aunque una gestión inadecuada puede en sí misma provocar graves perjuicios a los sitios patrimoniales, el cambio climático multiplica los riesgos para estos destinos porque sus atributos principales pueden verse deteriorados, indicaron.
El reporte analizó 31 sitios naturales y culturales declarados Patrimonio de la Humanidad en 29 países, incluyendo el puerto colombiano de Cartagena, la ciudad vietnamita de HoiAn y las Islas Galápagos en Ecuador, que están bajo amenaza por eventos de clima extremo.
Excelsior