Desde que Donald Trump es el virtual candidato presidencial republicano, las protestas en su contra han ido en aumento; las más recientes: en esta ciudad y Anaheim. La confrontación está marcada por la retórica provocadora del aspirante y la cólera de los latinos.
Según Enrique Morones, de la ONG promigrante Ángeles de la Frontera, “Trump culpa a otros de lo mismo que él promueve, xenofobia”.
Esta semana el empresario acusó a manifestantes de usar una bandera de México. Y al presentarse el viernes en San Diego se encontró con una bandera de cada país latinoamericano y varias de México que ondeaban.
En Nuevo México hace unos días fueron detenidas ocho personas por arrojar piedras y botellas al recinto donde él hablaba. En Twitter dijo que afuera unos “matones ondeaban la bandera de México” y que dentro literalmente todo era “muy lindo”.
Benny Aguilar, un activista de San Diego, dijo que espera que las protestas crezcan conforme concluyan las primarias “pero quién sabe qué irá a pasar para noviembre”.
El tono de la campaña de Trump se reflejó de otra forma: al referirse al juicio promovido por personas que se dicen defraudadas por la Universidad Trump, el empresario denunció que Gonzalo Curiel, el juez a cargo, es “un mexicano” que “me odia”.
Debido a las protestas, en su último evento en San Diego fueron desplegados 600 agentes que se prepararon un mes para la visita del empresario; hubo 35 arrestados.
Excelsior