Cómo andarán de caóticas y «rojizas» (números rojo intenso) las finanzas estatales, que el aún gobernador de Chihuahua, César Duarte, pretendió dar un último – O quizá habrá más coletazos- golpe de autoridad o autoritarismo, al pretender hipotecar el Fideicomiso Carretero y las Participaciones Federales, a través de su desorientada mayoría priísta en el Congreso del Estado.
Tan pueden saberse peores cosas y ocurrir más sorpresas del manejo tan desaseado del gobierno que termina, que entre ayer y hoy se supo, que Duarte ha intentado hacer valer su todavía «poder» -Si es que lo conserva- para tratar de conseguir dinero extra y arreglar un poco el adverso tsunami económico-financiero que heredará al gobernador electo Javier Corral.
Ese, que se bautizó como un último «Coletazo» del «animal» herido por la estrepitosa derrota que le infringió el senador con licencia Corral Jurado, el pasado 5 de junio en las urnas, tiene que ver, simple y llanamente con un nuevo endeudamiento de Chihuahua…
Así, entre ayer martes y hoy miércoles en el Poder Legislativo,
nadie explicaba; nadie daba la cara de la Comisión encargada para informar de esa iniciativa duartista.
Un silencio sospechosos se produjo pues… Simplemente, no hubo respuestas hasta la mañana de este miércoles 8 de junio, del dictamen que se presentaría al Congreso para que apruebes la emisión de dos nuevos bonos: uno sustentado en la recaudación obtenida en las carreteras de cuota, y otro más, con los ingresos del FAEB, partida federal destinada a cubrir el gasto educativo.
El dato de los nuevos bonos, se convirtió en una información viral, la cual anunciaba que el Gobierno y el Congreso del Estado preparaban una nueva línea de endeudamiento para Chihuahua.
Incluso, el Canal 28 de televisión local difundió esto como una “alerta” e incluyó el dato de que se trataba de una emisión por 25 mil millones de pesos, pagaderos a 25 años.
En ese ir y venir de información no precisada por diputado local alguno, el candidato ganador a la gubernatura por la Alianza Ciudadana-PAN, Javier Corral, de inmediato hizo contacto con gente «amiga» de Gobierno del Estado y del Congreso de Chihuahua, y el asunto se detuvo y se calmó un tanto.
Mientras tanto, el gobernador abatido, sigue en penitencia de silencio, y solo instruyó a sus colaboradores directos, entre otros el autos de los pseudónimos difamatorios contra el candidato vencedor, que muchos medios reprodujeron en sus espacios durante la campaña, Sergio Belmonte, para que dijeran que no hay postura y posición sobre la ratificación hecha de quien será su sucesor, de que lo llevará ante la justicia.