En el pecado hallaron la penitencia. Los priístas del estado no sólo sufrieron una derrota histórica, sino que ahora son víctimas de sus propias mañas, pues lo poco que ganaron habrán de repartirlo entre los minipartidos que no les aportan prácticamente ningún beneficio salvo levantar la mano como focas cuando se los ordenan. Eso es todo.
La alianza del PRI con el PT, Panal y Verde resultará muy provechosa para estos últimos, pero le saldrá muy cara al tricolor, todo por su flojera de reclutar minipartidos que le aporten porcentajes ínfimos a su causa en vez de tomar medidas para ganarse el voto por sí mismos.
Ahora son ellos quienes sufren por la estafa a la voluntad de los chihuahuenses, pues el PRI recoge los votos y en una acción legal, pero tramposa, los reparte entre quienes los dirigentes del partido quieren, por medio de convenios. El voto debe ser intransferible, y debe terminar la práctica de ceder parte de los votos a otros para garantizarles espacios parasitarios inflando artificialmente su representación de la ciudadanía.
Esta estrategia fue ideada por el PRI para restarle espacios al PAN, pero ahora que el albiazul arrasó en la entidad la resta de espacios va para el propio tricolor, mientras que para los partidos parásitos resulta muy provechoso, pues no sólo se garantiza su registro y sus prerrogativas, sino también un espacio en el Congreso que no avala nadie más que el partido que hasta hace unas semanas era el hegemónico.
Es por ello que, ahora sí, a varios priístas no les pareció la medida y quieren impugnar dichos convenios, pues repentinamente les cayó el 20 de que van en contra de cualquier lógica y legalidad, incluso contra la Constitución. De prosperar estas rebatingas, los minipartidos que ya han dejado de tener utilidad pasarían a desaparecer, pues de ninguna manera la ciudadanía seguirá alimentándolos con recursos y votos. ¿Cuál es la propuesta del Panal? ¿A quién representa el PT? ¿Qué le ha aportado a Chihuahua el Partido Verde?
Sin embargo, el punto clave de la lucha por las plurinominales no es sólo la conquista de espacios, sino que del resultado de este batidero dependen en buena medida los equilibrios políticos del próximo sexenio y es por eso que el gobernador actual, César Duarte, está metiendo toda su cuchara, tratando de defender a toda costa a los minipartidos para evitar que la gente de su partido llegue al Congreso.
Así, el gobernador podría acarrear aún más costos políticos al PRI y a su militancia, pues está dispuesto a todo con tal de impedir que sus adversarios internos lleguen, en específico Víctor Valencia de los Santos, a quien se dedicó a bloquear y golpear por todos los flancos posibles, y ahora teme que el juarense, quien prosperó más fuera que dentro de su estado, le cobre factura.
Y es que si Valencia llega, tendría pocos motivos para cubrirle las espaldas al gobernador César Duarte en su huída, y podría completar los dos tercios del Congreso necesarios para que el PAN tenga vía libre en cualquier iniciativa, incluido desde luego el castigo al todavía mandatario, sobre quien crecen los rumores que enfrentará proceso penal, tendrá que devolver al menos parte de lo saqueado y hasta aventarse una temporada en el Cereso, algo que se antoja difícil, pero cada vez menos imposible.
Y no es para menos. Cuando Duarte tuvo la oportunidad, persiguió política y jurídicamente a sus correligionarios, pues la lealtad es una virtud que exige, pero que no ofrece a nadie más que a sí mismo. Hacerle aún más daño al PRI es algo que lo tiene sin cuidado, lo que le importa a toda costa es construirse un paracaídas para salvarse de la estrepitosa caída en la que ya se encuentra, y hará todo el daño que sea necesario con tal de intentar salvarse, incluso si ese daño es al partido que lo hizo gobernador. Por cierto… hasta la fecha ni a la militancia ni a la ciudadanía les ha dado la cara, ¿será el dolor y la vergüenza del orgullo herido?
Por lo pronto, ya comenzó el deslinde de priístas, pues saben que todo lo que huele a duartismo está apestado no sólo ante la ciudadanía, sino ante su propio partido, incluso a nivel nacional. Por lo pronto en el Congreso ya varios priístas se opusieron ‘heróicamente’ a la contratación de más deuda pública, y por primera vez comenzaron a criticar la lamentable situación de las finanzas del estado… ahora sí. No quieren acabar salpicados.
El que no esperó hasta el final, sino que lo hizo desde hace varios años, fue el ex alcalde Marco Quezada y su equipo, quién como ya dijimos fue perseguido política y jurídicamente por el grupo que despachaba desde Palacio, en particular por el caso del Aeroshow, que terminó siendo un show más y ni logró su cometido de liquidar políticamente al alcalde, mucho menos de hacerle justicia a las víctimas, a quien ya nadie menciona.
Recordemos que Duarte movió sus hilos para que en abril de 2014 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitiera recomendaciones contra Marco Quezada por la muerte de nueve personas y las lesiones de decenas más. En agosto de 2015 el coordinador de diputados del PRI inició un juicio político desde el Congreso contra el ex alcalde, mismo que fue frenado por el PRI nacional que tuvo que venir a poner orden. Al final los juzgados lo absolvieron, y aunque no le fue concedida la candidatura a gobernador, logró negociar la candidatura a la alcaldía para Lucía Chavira, su esposa y cuadro fuerte del priísmo.
Pero ahí no terminó el pleito ni la saña. Constantemente las fuerzas marquistas denunciaron el acoso del estado, en particular de la Policía Estatal que persiguió a los promotores de Lucía Chavira, además de voltearle a los seccionales en contra y a buena parte de la estructura del partido, e incluso se habla de que el gobernador apoyó a la candidata del PAN, María Eugenia Campos, a través del empresario delicience Jaime Galván, para impedir que su partido tuviera oportunidad de ganar la alcaldía.
Estos sabotajes sin duda afectaron a la campaña de Chavira, pero les pegó el tiro de rebote y terminó por impactar al propio Serrano, quien en Juárez quedó más o menos cerca del PAN, con menos de un punto de diferencia, mientras que en Chihuahua fueron 32 puntos, por ahí hay una hebrita para distinguir de donde vino la tan sonada traición.
Otros que están siendo liquidados son los burócratas estatales, quienes ahora recibieron un contrato por sólo tres meses, con lo cual le dejan la vía libre a la nueva administración para darles simplemente las gracias.
Por lo pronto, en la nueva administración que apenas comienza a conformarse no sabe cómo va a resolver el desastre financiero que tiene la actual, y no han descartado la vía del endeudamiento, un dilema espinoso pues comenzarían la gestión haciendo lo que tanto criticaron. Las razones quizá serían justificables, se necesita dinero para echar a andar un aparato estatal quebrado, pero los del PRI no se quedarían con las ganas de agarrarlo de cantaleta, pues eso de ser oposición se les da bastante bien, incluso más que gobernar.
Es por eso que el tema de los dineros está en la mira. Ayer Jaime García Chávez encabezó una protesta casi simbólica frente al Congreso para repudiar la contratación de más deuda, pero en caso de una jugada rara el PAN ya está listo para tomar las oficinas de recaudación y puntos clave en 67 municipios.
Los que andan todavía más apurados son funcionarios como el subsecretario de Obras Públicas, Everardo Medina, quien nomás no puede (ni podrá) hacer cuadrar las cuentas de elefantes blancos como el Pueblito Mexicano y la Ciudad Judicial, entre otros. Hay mucha tela de donde cortar, y sin duda habrá gente que acabará en la cárcel, los delitos son muchos y muy descarados.
Por último, está raro el silencio oficial respecto a la escasez de gasolina en la capital, pues ninguna autoridad ha explicado claramente qué ocurre y cuándo se resolverá por completo. Todos se contradicen en los motivos de la falta de combustible, pero si bien todo apunta a que se trata de la ineptitud y desinterés de funcionarios de Pemex, en Chihuahua la raza es sospechosa y cree que es o un castigo o un distractor del gobernador para hacer sus últimas tropelías en medio de una cortina de humo. ¿Usted qué piensa?