La foto de Omar Mir Seddique Mateen en el anuario de la escuela secundaria que atendió, difícilmente destaca: un muchacho con una dentadura prominente, sonrisa con hoyuelos y un bigote incipiente bajo una mata de pelo negro.
Su transformación desde jugador de futbol americano en la escuela a ser el autor del peor tiroteo masivo en Estados Unidos el domingo por la madrugada, plantea interrogantes sobre si no se captaron señales de la profundidad de sus aparentes simpatías con los extremistas musulmanes.
En momentos en que las familias de las víctimas expresaban su luto y el país se recogía ante la escala de otro tiroteo masivo, comenzó a surgir una imagen del asesino de 29 años como una persona tranquila y devota, que en los últimos años exhibió una vena cargada de odio y violencia
En la madrugada del domingo, Mateen irrumpió en una discoteca gay en Orlando, Florida, con una pistola y un rifle semiautomático AR-15, con los que asesinó a 49 personas antes de que la policía lo matara. Otras 53 personas resultaron heridas, muchas de gravedad.
BIPOLAR Y PERTURBADO
Su exmujer, Sitora Yusufiy, lo describió como «bipolar», y emocionalmente perturbado con un temperamento violento.
Dijo que había sido golpeada y maltratada físicamente por Mateen durante arranques en los que él «expresaba odio hacia todo».
Ella fue «rescatada» por familiares sólo cuatro meses después de un tormentoso matrimonio que comenzó en 2009 y terminó en divorcio, según contó la mujer.
«A menudo se metía en peleas con sus padres, pero como yo era la única persona en su vida la mayor parte de la violencia se dirigía hacia mí», dijo a la prensa en Boulder, Colorado, afuera de la casa donde vive.
La mujer dijo que Mateen aspiraba a ser un oficial de la policía y que había trabajado como funcionario de prisiones en un centro de detención para delincuentes juveniles en Fort Pierce, Florida. Una vez trató de ser admitido a una academia de policía.
ORACIONES EN LA MEZQUITA
En Fort Pierce, en la costa sureste de Florida, a 195 kilómetros de donde se produjo la masacre, el imán de la mezquita a la que Mateen asistió durante casi 10 años, lo describió como un fiel normal que era tranquilo y rara vez interactuaba con la congregación.
«Casi no tenía ningún amigo,» dijo Syed Shafeeq Rahman, que dirige el Centro Islámico de Fort Pierce. «Él venía con su hijo pequeño en la noche para orar y después se iba», agregó.
Rahman dijo que Mateen nunca se acercó a él para expresar alguna preocupación acerca de los homosexuales.
Por lo general rezaba en la mezquita un par de veces a la semana, sobre todo en las noches y por última vez el viernes pasado, pero no exhibió señales de radicalismo, según otros fieles.
Hijo de padres afganos, Mateen nació en Nueva York pero pasó la mayor parte de su vida en Florida. Asistió a la Escuela Secundaria Martin County en Stuart, una pequeña ciudad a 20 minutos en auto de Fort Pierce, donde vivía en la actualidad.
Un compañero lo describió como un típico adolescente que jugaba al fútbol americano.
SIN ANTECEDENTE DE HOMOFOBIA
Samuel King, un joven un año mayor que el atacante, dijo que ambos mantuvieron contacto con frecuencia después de la graduación de Mateen en 2004. King trabajaba de mesero en el restaurante Ruby Tuesday’s, en el mismo centro comercial en que Mateen tenía un empleo en la tienda GNC.
King, que es abiertamente homosexual, dijo que el Mateen que conoció hasta 2009 no parecía homofóbico.
«Lo que más me impresiona es que la mayoría de los que trabajábamos en Ruby Tuesday’s cuando yo estaba ahí éramos homosexuales. Claramente (Mateen) no era homofóbico, al menos no entonces. No mostraba odio hacia ninguno de nosotros», dijo y agregó que algo debió haber cambiado desde la última vez que lo vio.
El padre de Mateen, Mir Seddique, dijo que la masacre no estaba vinculada con la religión. Y mencionó que hace unos meses su hijo se había enojado cuando vio a dos hombres besarse en Miami.
El Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) entrevistó dos veces a Mateen por supuestos lazos con militantes islámicos. La primera investigación fue en 2013, cuando el joven hizo comentarios a compañeros de trabajo que indicaban cierta simpatía por los extremistas.
Si bien Mateen fue investigado y entrevistado dos veces, el FBI «no pudo verificar la sustancia de sus comentarios», dijo el agente especial Ron Hopper en una conferencia de prensa en Orlando. Hopper añadió que Mateen no estaba siendo investigado o supervisado al momento del ataque el domingo.
El agente también señaló que durante la masacre el atacante manifestó lealtad al grupo radical ISIS, el cual proclamó un califato en parte del territorio de Siria e Iraq en los últimos años. No obstante, Hopper agregó que no estaba claro el nivel de compromiso de Mateen con la agrupación extremista.
Funcionarios federales informaron este lunes que Mateen realizó dos viajes a Arabia Saudita, primero en 2011 y luego en 2012.
CNN