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Patricio Martínez, Graciela Ortíz y Lilia Merodio votaron en contra de la LEY 3 DE 3

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Los senadores priístas de Chihuahua Patricio Martínez, Graciela Ortíz y Lilia Merodio votaron en contra de la iniciativa ciudadana «3 de 3» que busca ser ley y contempla que todo funcionario público presente tres declaraciones: fiscal, de intereses y patrimonial. Los mencionados senadores se unieron a otros 56 que buscaban desechar dicha ley.

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Los legisladores chihuahuenses pidieron eliminar de la ley la obligación del servidor público, de dar a conocer sus ingresos, propiedades, vehículos y cuentas bancarias. En el caso de la declaración fiscal, que la obligación sólo sea de subir a la Plataforma Digital Nacional la carátula de su declaración impositiva aunque ello imposibilita a dar seguimiento a la evolución de la riqueza de los servidores públicos.

Aprueban versión «light» del 3 de 3

Finalmente el Senado de la República aprobó esta madrugada la Ley de Responsabilidades Administrativas, con modificaciones propuestas por el PRI y PVEM, que quitan a los funcionarios, legisladores, jueces, ministros, dirigentes sindicales y en general servidores públicos, la obligación de publicitar sus declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal.

Los grupos del PAN y PRD unieron fuerzas para tratar de echar abajo el artículo 29 de esa ley, en el que priístas y verdes introdujeron el candado para que nos se hagan públicas las fortunas de los funcionarios de los tres niveles de gobierno, pero perdieron por ocho votos. “se trata de una ley coladera”, por la que se colará la corrupción, definió la perredista Dolores Padierna.

En facebook, los promotores de la iniciativa ciudadana más respaldada de la historia lamentaron la situación:

NO SOLO EL PRI SE FUE EN CONTRA; ABANDONO DE SESIÓN DE PANISTAS Y ABSTENCIONISMO DESDE LA IZQUIERDA.

No quieren discutir ese punto, “por el temor de que el pueblo se entere de lo mucho que tienen unos cuantos”, advirtió a su vez el también senador perredista, Armando Ríos Piter. Antes, su compañero de bancada, Zoé Robledo y la senadora del PAN, Laura Angélica Rojas, insistieron en que era el momento de respaldar realmente la llamada ley 3 de 3 y no aprobar una versión light, descafeinada, que no abona a combatir la corrupción.

En contraparte, el presidente de la Comisión Anticorrupción, Pablo Escudero, sostuvo que se tomó en cuenta la petición de las organizaciones que impulsan la Ley 3 de 3 y a través de un adéndum, PRI y PVEM incluyeron sus propuestas de cambio.

Sin embargo, en el artículo 29 de ese Adéndum a la Ley General de Responsabilidades Administrativas se establece que: “las declaraciones patrimonial y de intereses serán públicas salvo los rubros de publicidad que puedan afectar la vida privada o los datos personales protegidos por la Constitución”.

La propuesta del PRI-PVEM eliminó la obligación del servidor público, de dar a conocer sus ingresos, propiedades, vehículos y cuentas bancarias. En el caso de la declaración fiscal, la obligación es sólo de subir a la Plataforma Digital Nacional la carátula de su declaración impositiva. Ello imposibilita a dar seguimiento a la evolución de la riqueza de los servidores públicos, recalcó la senadora perredista, Dolores Padierna.

Su compañero de bancada, Raúl Morón, advirtió que se trata de una reforma simulada, con la que se engaña al pueblo mexicano, ya que se establece que las declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal, sólo podrán ser públicos con la autorización expresa del funcionario.

La senadora panista Marcela Torres Piembert resaltó que con esa redacción del artículo 29 se abre la puerta a que sea la Suprema Corte la que decida qué parte de la declaración patrimonial o fiscal forma parte de la vida privada de los servidores.

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La propuesta de modificar ese artículo 29 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, se rechazó por 59 votos a favor y 51 en contra. Algunos senadores del PAN y PRD, como Jorge Luis Preciado, Luz María Beristáin y Alejandra Roldán, se retiraron del salón de sesiones antes de la votación. Otros, como Martha Palafox, del PT y Adriana Dávila, del PAN, que contendieron por la gubernatura de Tlaxcala y ya anunciaron su reincorporación a sus tareas legislativas, no se presentaron a la sesión. Y Ana Gabriela Guevara, votó en abstención.

El PRI-PVEM contó con el voto del senador Manuel Cárdenas –suplente de la fallecida Mónica Arriola- quién además presentó como propias las modificaciones al proyecto de dictamen, contenidas en el Adéndum de priístas y verdes

Todas las reservas presentadas por la oposición fueron rechazadas. La senadora Padierna lamentó que los integrantes de los consejos de administración de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no sean sujetos de esa ley.

El coordinador del PT, Manuel Bartlett resaltó que las empresas no están obligadas a hacer público el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, laborales, medioambientalistas, ni en materia de salud.

Los directivos de las empresas no tienen obligaciones similares a las que se imponen a los servidores públicos, obligados a la transparencia insuficiente de sus declaraciones, resaltó.

Igualmente, el panista Raúl Gracia, preguntó “qué pasa con los empresarios, con quienes se hacen millonarios con concesiones, con licitaciones, con obra pública, que son quienes corrompen muchas veces a los servidores públicos y no están obligados a presentar sus declaraciones”.

Durante la madrugada se aprobó también la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, al que se dan mayores facultades para sancionar las faltas administrativas de los servidores públicos. Antes se había votado también la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción.

A las 2:15 de la madrugada se suspendió la sesión. Hoy se votarán otros tres leyes del Sistema Nacional Anticorrupción.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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