La Reforma Educativa excluyó a 35 mil escuelas del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe). En esas aulas estudian 334 mil niños que viven en las comunidades más pobres y alejadas del país, pero ninguna de las modificaciones legales al artículo tercero constitucional incorpora a este subsistema educativo.
Incluso, el Programa Institucional del Consejo Nacional de Fomento Educativo 2014-2018 admite que “a pesar de los esfuerzos realizados, sigue existiendo una fuerte desigualdad en las oportunidades educativas. Los recursos económicos, humanos y materiales destinados a la educación siguen concentrados en las regiones de fácil acceso y en los grupos sociales con mayores ingresos y mejores condiciones sociales y culturales”.
De esta forma persiste la desigualdad y la falta de equidad educativa entre los diversos sectores sociales, regiones y estados de la República, por lo que la educación de calidad que establece dicha reforma no incluye un apartado específico para los salones multigrado de este modelo de enseñanza comunitaria; tampoco los incorpora al nuevo plan de estudios para educación básica y ni siquiera tienen la opción de elegir el calendario de 185 días de clases como lo dispuso la SEP para las escuelas de zonas urbanas.
En los planteles atendidos por el Conafe, los niños aprenden a leer y escribir en español, saben sumar, restar y multiplicar, pero su formación académica continúa sumergida en un esquema multigrado, donde la Reforma Educativa no aplica.
A pesar de que Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, lleva más de nueve meses presumiendo que la educación básica será de calidad gracias a los cambios al artículo tercero constitucional, lo cierto es que la educación que imparte el Conafe en las zonas más pobres no registra ningún cambio, porque este organismo descentralizado de la SEP está al margen de la reforma promovida por el gobierno federal.
Al respecto, el mismo director general del Conafe, Joel Guerrero Juárez, admitió que este subsistema de enseñanza comunitaria “debería desaparecer”, porque la SEP tiene la obligación de incluir a los niños más marginados del territorio nacional en la Reforma Educativa que tanto ha promovido el gobierno de Enrique Peña Nieto.
“Yo creo que el Conafe no debería existir; el sistema regular debería atender a grupos de tres o cinco niños. Ahora la modificación de la ley les da derecho a todos los niños, estén agrupados o no. Entonces ése es el camino, en la medida en que pueda la Secretaría de Educación Pública, ir enviando maestros, Conafe tendrá que ir tomando otra función”, consideró el director de este organismo descentralizado de la SEP.
Guerrero Juárez aceptó, en entrevista con Excélsior, que a 45 años del surgimiento del Conafe, en la actualidad este organismo ya no tendría que otorgar la educación preescolar, primaria y secundaria en las localidades más marginadas, sino que la SEP debería llevar maestros con formación profesional para atender a los niños más pobres de la República en vez de mantener la enseñanza a través de jóvenes que sólo reciben una capacitación de mes y medio para convertirse en maestros de los niños y adolescentes de sus comunidades.
El problema, reconoció el director del Conafe, es que a esas localidades no quieren ir los maestros que lograron obtener una plaza por mérito propio en los concursos de ingreso y, mucho menos, los docentes que ya están en servicio; en esos rincones inmersos en la sierra, la selva o el bosque sólo aceptan dar clases a jóvenes de esas mismas comunidades marginadas que, a la vez, desean estudiar el bachillerato o una carrera profesional, y dan clases a cambio de una beca de mil 400 pesos mensuales.
“Los maestros, cuando van a la comunidad más alejada, a los seis meses están pidiendo su cambio. Eso tendría que corregirse, como dando estímulos para los maestros que se van a las comunidades y entonces se queden, porque cualquier mexicano tiene el mismo derecho de educación que todos los demás, aunque viva en lo más apartado, pero en el caso de la SEP estamos atendiendo este segmento con instituciones como el Conafe”, admitió.
Pero ni con la Reforma Educativa, que según el secretario es “la más importante de esta administración”, hubo cambios en el Conafe para ofrecer educación de calidad a los más de 334 mil infantes que aprenden en condiciones marginales bajo la instrucción de jóvenes que con trabajos concluyeron la secundaria o el bachillerato.
El director del organismo consideró que el modelo de enseñanza para educación básica en los planteles del Conafe tendría que adecuarse al de las escuelas de zonas urbanas y de organización completa para que esos pequeños reciban el mismo nivel de educación, salvo en educación inicial, porque en ese caso se da atención a niños de cero a tres años de edad “y se trabaja con los papás en prácticas de buena crianza y estimulación temprana. Esa es la parte que Conafe hace muy bien”, pero ya no debería dar clases de educación básica.
Modalidad
El 19 de marzo de 2016 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto presidencial que ordena la reorganización del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).
El Conafe reitera que el eje principal de acción es llevar educación inicial y básica en su modalidad comunitaria a las poblaciones de mayor marginación del país, en apoyo al sistema tradicional educativo.
El motor y eje de operación son los miles de jóvenes de los niveles educativos medio superior y superior que se suman al esfuerzo educativo, a cambio de becas para terminar sus estudios y un apoyo económico.
Excelsior