El gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, lanzó un llamado al presidente Enrique Peña Nieto para que ponga freno al mandatario Javier Duarte, a quien acusó de tratar de cubrir su salida con decisiones que agravan la crisis social y financiera del estado, con el riesgo de manifestaciones ciudadanas que pueden salir de los cauces legales.
«Javier Duarte ha tomado la decisión de orillar a Veracruz al precipicio, provocando una reacción de la sociedad que puede salirse de las vías institucionales. Es por ello que solicito su intervención urgente», exhortó el gobernador electo en un comunicado.
El pasado 9 de junio, recordó Yunes Linares en el desplegado, que el mandatario federal reconoció la exigencia social de combatir a fondo la corrupción y bajo ese escenario, le pidió concretar acciones para evitar la impunidad y el daño a las finanzas estatales, donde actualmente la Auditoría Superior de la Federación tiene reportados desvíos por 50,000 millones de pesos.
«Su gobierno no puede, no debe encubrir a quienes llevaron a Veracruz a la crisis social más grave de su historia (…) se debe sancionar severamente, tanto en el orden federal como en el local», señala el documento.
Entre las acciones que, a decir del gobernador electo representan un riesgo, están un paquete legislativo que garantizaría la impunidad de Duarte y sus cómplices, tales como la intención de colocar a un afín como fiscal anticorrupción y tres magistrados que se encargarían de la sala especial judicial que revisaría los casos, ambos con cargos inamovibles por plazos de 5 y 10 años, respectivamente.
Posteriormente, el panista cuestionó el empeño del gobernador Duarte en mantener al contralor en funciones, así como su negativa a entregar cuentas que faciliten al gobernador electo la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo, mismo que debe estar listo para ser revisado por el nuevo Congreso que inicia actividades el 5 de noviembre.
En un segundo bloque, incluye cuatro acciones que define como un paquete para “terminar de destruir las finanzas públicas”.
En las dos primeras, advierte un aumento del gasto operativo del gobierno siguiente, pues se trata de incremento presupuestal a las dependencias y basificación de todos los trabajadores estatales a partir del cargo de subdirector.
«Cifras absolutamente imposibles de cubrir por el próximo gobierno, al que se entregará un Veracruz en bancarrota (…) implicaría un incremento imposible de cubrir en términos de sueldos y prestaciones y mantendría en la nómina a decenas de miles de ‘aviadores'», es la alerta que envía.
Por otro lado, menciona la intención del gobernador Javier Duarte de exentar pagos de impuestos, lo que disminuye drásticamente las posibilidades de recaudación del gobierno entrante.
Finalmente, señala el rechazo del actual gobierno para entregar la Cuenta Pública 2015 al Congreso del Estado, con consecuencias inmediatas sobre la deuda pública.
«Provocó que el pasado 17 de junio la calificadora HR Ratings bajara la calificación de la deuda de Veracruz y señalara la posibilidad de incremento de tasas de interés y vencimientos anticipados, lo que representaría una afectación irreparable a las finanzas públicas de los veracruzanos», expone.
Mientras tanto, en el Congreso local los legisladores opositores al PRI mantienen el frente común no para tratar de evitar que se imponga un fiscal anticorrupción «a modo», y exhortan a los propios priistas a que emitan su voto de manera consciente y no bajo la presión de Duarte, quien dejará el cargo el 30 de noviembre.
CNN