Autoridades locales, federales y testigos de los enfrentamientos en Nochixtlán, el pasado 19 de junio, coincidieron en que civiles armados tiraron desde distintos puntos contra policías federales y manifestantes.
Juan Rodríguez Ramos, de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), afirmó que “probablemente sí” hubo la presencia de francotiradores que actuaron desde las azoteas del lado de la comunidad, disparando en dirección a la policía.
Según testigos, en la zona de los hechos había al menos tres hoteles desde donde civiles armados y con chalecos antibalas dispararon desde las azoteas contra los policías federales y locales, dejando en medio a manifestantes.
Citaron como ejemplo el caso de Omar González Santiago, quien murió a 15 metros del hotel Juquila. Testigos aseveraron que los disparos salieron de este inmueble.
Debido a este hecho, habitantes del pueblo saquearon e incendiaron parte del negocio en protesta por los supuestos disparos que salieron de ahí.
Sin embargo, trabajadores y la dueña del centro de hospedaje, de nombre Josefina, negaron tales denuncias y dijeron que el establecimiento no fue una guarida de asesinos.
Un habitante de la localidad afirmó que antes de los hechos del 19 de junio habían detectado mucha gente extraña en el municipio.
Otro empleado hotelero aseveró que antes del 19 se hospedaron personas que se identificaron como policías estatales. Según otro testigo, vio a unos sujetos con armas y chalecos antibalas en la azotea del hotel Merli, que está frente al hotel Juquila, pero dijo desconocer qué tipo de pertrechos tenían.
Otro de los establecimientos señalados como zona donde supuestamente civiles se apostaron fue el Fandango’s, que está unos metros adelante del Juquila.
Fueron civiles
En su reporte de los hechos del domingo 19, la agencia AFP reveló que grupos no identificados abrieron fuego contra civiles y uniformados durante los choques.
A su vez, el secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Jorge Alberto Ruiz Martínez, hizo hincapié que “personas ajenas a los bloqueos hicieron disparos en contra la población y la policía”.
El 20 de junio, el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo Cevallos, aseguró que los elementos de esa corporación fueron emboscados: “Tras liberar exitosamente, durante la mañana del domingo, la vialidad en la carretera México-Oaxaca a la altura de Nochixtlán, en “dos horas hay un cambio radical de escenario, con ataque de cohetones, petardos y armas de fuego”, para lo que la Policía no iba preparada, afirmó.
Los primeros disparos, aseguró, se dieron por parte de grupos infiltrados, “pues ya la Coordinadora lo reconoció así”.
Rodríguez Ramos dijo que se solicitó a la Fiscalía del estado informe sobre la actuación de los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) quienes ese día también tuvieron participación.
El alcalde de Nochixtlán, Daniel Cuevas Chávez, dijo que vio que muchas personas que ingresaron al hotel Juquila, lo quemaron: “La gente gritaba que desde ahí habían salido los disparos. “Pero, no sé, no me consta”, refirió.
En entrevista reiteró haber escuchado balazos que se confundían con el estruendo de los cohetes.
Excelsior