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México

La UNAM deja fuera al 91% de los aspirantes externos

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Acceder a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) si se cursó la preparatoria en un centro no adscrito puede ser un infierno. Cada año, entre 100.000 y 200.000 aspirantes se quedan fuera de la prueba. Para este curso próximo, la casa de estudios sólo ha admitido alrededor de un 8% de todos aquellos que hicieron las pruebas en febrero y junio de este año, es decir, más de un 91% tendrá que buscar su hueco en otra universidad o preprararse para los exámenes del año que viene. La UNAM es la única oportunidad de estudiar una carrera para muchos mexicanos, ya que sus matrículas son prácticamente gratuitas.

La universidad más grande de Latinoamérica acepta a 16.958 nuevos estudiantes e impide el acceso a 178.960 para el curso próximo.En total ha aceptado a 2.000 alumnos menos que el año anterior, donde el porcentaje de ingreso fue del 11%. Aunque la demanda ha crecido, de 186.521 en 2015 a 195.918 en 2016, la proporción de aspirantes que no han logrado plaza también ha aumentado.

Este año, el número de alumnos que entra en la universidad procedentes de un bachillerato externo suma 16.958 jóvenes. No es nada fácil conseguir un puesto en la universidad mexicana. La prueba de admisión consiste en un examen de 120 preguntas que abarca todas las áreas del conocimiento, desde matemáticas y química hasta historia y literatura. Cada carrera, según la demanda, tiene su propia puntuación de corte. Para este curso había ofertadas 116 licenciaturas.

Los resultados no han variado mucho con los años. Las cifras de la casa de estudios muestran que de 2010 a 2015 el porcentaje de estudiantes que alcanzó un lugar en alguna de las licenciaturas en el primer concurso de ingreso oscila entre 8,6 y 9,1%. En el ciclo escolar 2015-2016 ingresaron 204.940 alumnos, contando los que entraron con pase directo y los de los exámenes de ingreso.

La explicación de las aplastantes cifras de rechazo de la UNAM está en el sistema de acceso directo, por el que mayoría de estos futuros universitarios han cursado la prepa (el bachillerato) en centros de la universidad. Estas instituciones propias educan a 112.000 jóvenes que acabarán, sin exámenes, en el centro de educación superior más grande de Latinoamérica. El resto tendrá que hacer exámenes para todas las carreras y universidades a las que quiera optar. Que entre o no dependerá del cupo: Médico cirujano en la UNAM, una de las carreras más complicadas, exige una calificación de 113 sobre 120 puntos en la prueba de acceso.

 

 

 

El País

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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