El primer semestre de 2016 cerró con el mayor incremento de homicidios de los últimos seis años en México. En junio se reportaron mil 666 homicidios dolosos –la tercera cifra mensual más alta de asesinatos desde finales del sexenio pasado–, sólo detrás de los mil 750 crímenes ocurridos un mes antes, en mayo, y los mil 668 homicidios de abril de 2013.
En total, de enero a junio de 2016 se registraron casi 9 mil 500 averiguaciones por homicidio doloso con un saldo de más de 10 mil personas asesinadas. Equivalen a un repunte del 15% de este delito respecto al mismo periodo de 2015, un alza que no se había registrado desde el sexenio de Felipe Calderón (2006–2012).
El antecedente de un incremento más alto de homicidios data del primer semestre del 2010, cuando se dispararon 30%. En el siguiente año, los casos crecieron 13%. Sin embargo, a partir de 2012 inició una tendencia a la baja que concluyó en el primer semestre de 2015, cuando hubo un ligero repunte menor al 1%.
El panorama en 2016 es distinto. El balance actualizado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, confirman un incremento superior al 15% de este delito. Para ponerlo en proporción, de enero a junio de 2016 se han registrado mil 257 averiguaciones por homicidio doloso más que en el primer semestre de 2015.
Los homicidios perpetrados de enero a junio de 2016 dejaron como saldo 10 mil 301 víctimas. Es la cifra más alta desde 2014 cuando comenzó a darse a conocer esta estadística. En el primer semestre de 2015 el registro fue de 8 mil 979 personas asesinadas, y en 2014 de 9 mil 57 víctimas de homicidio.
El experto en temas de seguridad, Alejandro Hope, dijo en entrevista que junio fue el segundo mes con más víctimas de homicidio desde que se publica este registro, con mil 828 casos. Solo detrás de los mil 895 casos que se registraron en mayo, un mes antes.
“Esto nos confirma que se trata de un alza consolidada en el tema de los asesinatos. De hecho, si comparamos los primero seis meses de 2016 con los primeros seis meses del 2010 y excluimos al estado de Chihuahua que tenía una crisis tremenda en ese momento, es incluso mayor la proporción de homicidios”, detalló.
Consideró que estas cifras dejan en evidencia que el trabajo institucional realizado hasta ahora no ha sido suficiente, y que el descenso en los asesinatos de años anteriores pudieron deberse más a situaciones coyunturales que a una solución de fondo de esta problemática.
El primer semestre del año terminó con el estado de Colima a la cabeza en la tasa de homicidios dolosos del país. Dicha entidad acumuló 39 asesinatos en promedio por cada 100 mil habitantes. Esta proporción quintuplica la tasa nacional de asesinatos en el país, que es de 7.7 casos por 100 mil habitantes.
De enero a junio de 2016, Colima reportó 287 averiguaciones previas iniciada por homicidio dolosos. Para dimensionar esta cantidad, basta decir que en dicho estado no se había alcanzado este número de asesinatos en ningún año completo por lo menos desde 1997, el año más antiguo contemplado en el registro.
Guerrero tiene la segunda mayor tasa de homicidios en 2016: al menos 29 casos por cada 100 mil habitantes. Aunque ya no ocupa el primer sitio a nivel nacional, como había ocurrido en los tres últimos años, esto no implica que la situación en la entidad haya mejorado. De hecho, las mil 52 averiguaciones por homicidio de 2016 de este año son un incremento del 11.5 homicidios respecto a 2015.
Sinaloa es la tercera entidad con la mayor tasa de homicidios dolosos con 17.41 casos, y luego le sigue Morelos con 14.41 asesinatos y Baja California con 14.23. Todas estas entidades también registran un repunte en su número de asesinatos en comparación con el año pasado.
El top ten de los homicidios en el país lo completan los estados de Chihuahua, Zacatecas, Michoacán, Oaxaca y Sonora.
De acuerdo con Hope, el balance oficial deja en claro que el incremento de los homicidios dolosos en el país no es sólo un fenómeno aislado que esté ocurriendo en un solo estado, por lo que su causa tampoco se puede atribuir a un solo hecho focalizado.
Animal Político publicó el mes pasado que 23 estados del país registran en 2016 un incremento en el número de homicidios, mientras que en 2015 eran 17 los estados con un repunte. Esto significa que el fenómeno se ha ido generalizando.
¿A qué se debe este incremento en los homicidios del país? Hope explicó que si bien el gobierno federal ha tenido éxito en atacar las estructuras de liderazgo de los grupos del crimen organizado (100 de 122 objetivos prioritarios han sido detenidos o abatidos), esto no acaba con el problema
Puso como ejemplo el caso de Ciudad Victoria en Tamaulipas, donde la fragmentación de Los Zetas ha derivado en múltiples células criminales que ahora están enfrascadas en una disputa violenta por el control de “la plaza”. Esta violencia dejó por ejemplo, 23 personas asesinadas entre el 8 y el 15 de julio pasado en la entidad entre ellos nueve menores de edad.
“Tampoco podemos descartar como otro factor de violencia el incremento en la demanda de drogas en Estados Unidos, posiblemente de amapola, lo que origina una mayor disputa criminal por zonas de producción de estos estupefacientes. Pudiera ser el caos de Guerrero por ejemplo”, agregó el especialista.
Contrario al caso de los homicidios dolosos, las cifras de averiguaciones por secuestro mantienen una tendencia a la baja luego de que en 2013 se llegó a un nivel récord de este delito.
De enero a junio de 2016 los datos oficiales registran 707 averiguaciones previas por este delito, de las cuales 188 se han iniciado en la Procuraduría General de la República y 519 más en las distintas procuradurías y fiscalías estatales del país. Esto representa una baja de once por ciento en la incidencia de este delito respecto a 2015.
Tamaulipas, como ha ocurrido en los últimos dos años, es la entidad con la mayor tasa de secuestros del país. El primer semestre de 2016 cerró con un promedio de 1.59 plagios por cada cien mil habitantes, casi cuatro veces más que el promedio nacional que es de 0.42 plagios.
Tabasco cerró el primer semestre de este año con 1.37 secuestros por cien mil habitantes, la segunda tasa más alta del país. Luego le sigue Guerrero con una tasa de 1.20 casos y Morelos con 0.87 secuestros. El quinto sitio es del estado de México con un promedio de 0.78 secuestros, apenas por encima de Veracruz con un índice de 0.76 casos.
De acuerdo con Alejandro Hope, las cifras de secuestro tienen que tomarse con reserva, pues no hay certeza de la metodología utilizada por muchos estados para capturar estos casos, además de que hay una cantidad importante de plagios por los que no se inicia una averiguación previa a diferencia de los homicidios.
Fuente: ANimal Político