La cifra de víctimas que dejó el atentado explosivo perpetrado hoy durante una manifestación de la minoría étnica hazara en Kabul, capital de Afganistán, se ha elevado a por lo menos 80 muertos y 231 heridos.
El Ministerio afgano de Salud Pública actualizó esta noche el saldo del doble ataque suicida que llevaron a cabo militantes del grupo yihadista Estado Islámico (EI), y advirtió que el número de muertos podría aumentar debido a la gravedad de muchos lesionados.
Cerca de una de las zonas más fuertemente fortificadas de la capital afgana, miles de miembros de la etnia hazara -de mayoría musulmana chiita- protestaban contra la ruta de una línea eléctrica prevista por el gobierno, cuando se produjeron dos fuertes explosiones.
El grupo fundamentalista Talibán rápidamente se deslindó del mortal ataque en Kabul y estimó que estaría dirigido a crear divisiones étnicas y religiosas en el pueblo afgano, y tras condenar el atentado aseguró que fue perpetrado por “los enemigos”.
Poco después, el EI difundió un comunicado en internet en el cual reivindicó las responsabilidad del ataque y precisó que en medio de “una multitud de chiitas” dos de sus combatientes detonaron los cinturones de explosivos que portaban.
El presidente afgano Mohammad Ashraf Ghani condenó la doble explosión y ordenó a las instituciones gubernamentales utilizar todos los recursos para la atención de las personas lesionadas, de acuerdo con despachos de la agencia local de noticias Pajhwok.
“La manifestación pacífica es derecho de todos los ciudadanos y el gobierno hizo todos los arreglos para garantizar la seguridad de los manifestantes”, indicó Ghani al admitir que los terroristas lograron pasar las estrictas medidas de seguridad e introducirse en la protesta.
La comunidad hazara, de tres millones, en Afganistán ha sido fuertemente perseguida durante décadas por los militantes de la red extremista Al Qaeda y los talibanes, que han lanzado en su contra ataques que han dejado miles de muertos.
Notimex