Este sábado a las 11:00 de la mañana se sabrá el dictamen final del Tribunal Estatal Electoral, que determinará si se respetará la voluntad de los chihuahuenses reflejada contundentemente en las urnas, o si los magistrados le pagan los favores al partido que los puso allí y entorpecen lo más posible la transición democrática que el estado decidió.
Según corren los chismes, la impugnación del PRI tendría los días contados, pues los togados que voten a favor saben muy bien que harán el ridículo aún más de lo que ya lo hicieron, y que al final no hay manera posible de que la voluntad de cinco personajes se imponga sobre la de 1.2 millones de chihuahuenses que salieron a votar. Por mucho que les duela, quienes eligen al gobernador son los votantes, no ellos.
La postura de los magistrados respecto a la impugnación de los resultados en los distritos 15 y 17 da luz sobre cómo podría venir el resultado. José Ramírez, César Merino y Yuri Zapata son los tres magistrados que le pusieron un alto en ese delirio al PRI y reconocieron la evidente victoria panista. Sin embargo, algunos están dispuestos a dejar los pelos en el alambre para seguir en su papel de comparsa de un régimen moribundo dispuesto a tirar sus últimos coletazos.
Aunque todo parece apuntar a que el recurso de impugnación será finalmente desechado en el TEE, y que la cúpula priísta seguirá con su teatrito ante instancias federales, lo cierto es que permanece el nerviosismo de que alguno de los magistrados dé su mano a torcer y acabe cumpliendo el capricho priista contra cualquier lógica simple, legal, electoral o la que sea.
Esta incertidumbre no atañe a unos cuántos. Hay que notar que es la transición democrática del estado la que está en juego, y la razón misma de la democracia es permitir que la ciudadanía tome decisiones por la vía más civilizada posible. Al entorpecerla no se doblega la voluntad popular, sólo se le provoca y se le presiona para expresarse por otras vías más rasposas.
Una de ellas es la convocatoria que ya está haciendo el activista y abogado Jaime García Chávez, quien ya sin vínculos formales con Corral tiene vía libre para tomar las acciones que Unión Ciudadana decida. La gente ya está lista para marchar hacia Palacio, mientras que un grupo de mujeres panistas están también organizándose para aparecérsele a los magistrados vestidas de blanco, nada más para darles un sustito.
Además, la sesión de este sábado será pública, por lo que seguramente se aparecerán por ahí muchos inconformes y nadie espera que se echen la vuelta demasiados priistas, pues ha quedado claro que la mayor parte de la militancia no respalda las acciones de la cúpula, enfocada en hacerle el mayor daño posible a Chihuahua, al nuevo gobierno, el incluso a su partido a cuyos militantes tacha de traidores, pues no reconocen que la derrota fue provocada por la ineptitud, corrupción y cinismo del duartismo.
Pero ese no es el único pleito en el TEE. La conformación de la próxima legislatura también está que arde por el tema de los diputados plurinominales, pues sigue la intentona de frenar a Víctor Valencia de los Santos por cualquier medio, y el freno viene de su propio partido, pues los que todavía se aferran a ocupar el Palacio no lo quieren ni tantito, por la sencilla razón de que no es de su camarilla. La cúpula del PRI anda tan filosa que se impugna a sí misma…
Sin embargo Valencia va fuerte en el número uno de la lista de plurinominales, no por la cúpula chihuahuita, sino por el apoyo recibido desde el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, donde se fortaleció no por negociaciones y grillas, sino por sus buenos resultados electorales, algo de lo que el PRI anda muy necesitado.
Luego la cúpula local quiso tumbarlo y ponerlo debajo de la líder de burócratas Xóchitl Reyes Castro, pero Valencia se puso bravo y metió el asunto a litigio, el cual está pendiente de resolver si se protegen los derechos políticos del juarense o si la cúpula priista chihuahuense se pasa por el arco del triunfo no sólo la voluntad de la ciudadanía y la militancia, sino hasta de la dirigencia nacional.
Sin embargo el duartismo está empeñado en regalarle la curul a cualquiera que le manden desde uno de sus partidos parásitos antes que dejar que un opositor interno llegue. Valencia en el Congreso significaría un liderazgo fuerte opositor al duartismo, y esto significa que difícilmente dejaría pasar las pillerías cometidas y daría su respaldo para llamar a rendir cuentas a quien tenga que hacerlo.
Y hablando de priistas llamando a rendir cuentas a priistas, ahí está la reunión del dirigente nacional de ese partido, Enrique Ochoa Reza, con senadores del tricolor. Sigue con la simulación de quitarle lo corrupto y rata al partido, y para eso está acelerando el proceso contra los gobernadores de Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua. A la reunión asistieron Lilia Merodio, quien se tomó la cotizada ‘selfie’, mientras que Patricio Martínez fue a hacer mosca.
Otro punto que está subiéndole rayitas a la irritación popular es el anuncio de nuevos gasolinazos, esos que la tan cacareada reforma energética iba a anular. El lunes la Magna sube a 13.96 pesos y la Premium a 14.81… y diga que hay, pues siguen las amenazas de que el flujo de combustible podría cortarse nuevamente por alguna “nueva calamidad”.
A diferencia de lo que está ocurriendo en la transición estatal, en la municipal todo fluye tersamente. La alcaldesa electa María Eugenia Campos ha acompañado al saliente Javier Garfio a recorrer las obras del Centro, para conocerlas a detalle y darles continuidad, en una buena sintonía que beneficia antes que nada a los capitalinos. Ambos están mostrando altura.
Donde no se está mostrando altura es en la relación entre Garfio y su suplente, Eugenio Baeza, quien ha querido hacer del Centro uno más de sus negocios, y ahora corre peligro el Museo de Arte Virreinal, una de las pocas iniciativas positivas del alto clero católico que ha consumido sus fuerzas en perseguir a mujeres, homosexuales y todo lo que consideran desviado.