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La Columna de Segundo a Segundo

**Ratifica el PRI de Dowell su derrota y sepulta a su partido *CEN del PRI, Los Pinos, INE y ciudadanía abandonan al duartismo, ahora también el TEE *El 99.9% de priistas son intachables, afirma dirigente nacional *Gasolinazo, otro clavo al ataúd priista *Comienzan los raspones por integración de nuevo gobierno

Después de mucho insistir, el PRI por fin ratificó su derrota. No le bastó una paliza en las urnas, el claro rechazo de la ciudadanía en las redes sociales, ni ninguna de las evidentes señales del hartazgo que se ha fortalecido contra una forma de ser, pensar y gobernar a la que muchos achacan la decadente situación económica, social y política de nuestro país y nuestro estado.

Después de un proceso que provocó muchos desencuentros, tensiones y migrañas, los magistrados del Tribunal Estatal Electoral terminaron por desechar algunas casillas pero dejaron intacto el triunfo de Javier Corral, pues por mucho que le buscaran, no iban a poder cambiar la realidad: el PRI no gobernará Chihuahua en esta ocasión, hagan lo que hagan.

Según los informantes, los magistrados César Wong y Adrián Jácquez hicieron hasta lo imposible por pasarse por la entrepierna la decisión de la ciudadanía y estirar la Ley hasta los extremos más  chiclosos, pero desistieron cuando comprendieron que ni el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ni la militancia tricolor local, ni los mandamases de la presidencia, ni el Tribunal Federal Electoral, ni nadie fuera del reducido y asfixiado círculo duartista, respaldaría una votación en contra de la decisión ciudadana, no por afán democrático, sino simplemente porque es un desgaste inútil, simplemente por eso.

Si las impugaciones realizadas por Guillermo Dowell y su camarilla de 650 abogados tuviera el más mínimo asidero legal, de ahí se hubieran enganchado, pero el recurso no sólo carecía de sustento, sino que fue todo mal hecho. Ni para impugnar sirvieron. Son las consecuencias de vivir en una cultura política en la que vale más la “amistad”, el parentesco o la cercanía que la capacidad, el trabajo y los resultados.

Si bien hay que reconocer que todas las acciones de impugnación del PRI de Dowell se han realizado conforme a derecho, pues pueden patalear todo lo que quieran, lo cierto es que en el plano político han sido un balazo en el pie pues en adelante los priistas no podrán hablar de democracia y respeto a la ciudadanía sin ponerse antes un mascarón de cinismo muy fácil de reconocer. También ahondaron la división interna en el tricolor, pues han sido cada vez más figuras priistas las que rechazaban dicha impugnación.

Así, ese PRI que se burlaba de Corral llamándolo “eterno perdedor”, “pluridiputado” y demás motes, ahora tienen que tragarse todas sus palabras, y aderezadas con chiltepín y habanero. Los peores perdedores en la historia política de Chihuahua han sido aquellos que impulsan impugnaciones sin pies ni cabeza, con el único afán de entorpecer la transición democrática.

Ahora corresponde a los priistas que quedan recuperar su partido, pues aunque suene difícil de creer muchos militantes fueron también víctimas del “primer priista del estado” y sus cómplices. Chihuahua perdió mucho durante el gobierno de César Duarte, durante sus seis años y los 30 más que dejó endeudados, pero también el PRI habrá de pagar los costos de su “disciplina” y de no haber alzado la voz con contundencia cuando debió de hacerlo. Aunque todavía se puede salvar un poco, el daño al partido ya está hecho.

Pero mientras unos hacen intentos ridículos por dinamitar al partido cuando ya no les sirve, otros hacen intentos igual de ridículos por disfrazarlo y reposicionarlo. Así, el dirigente estatal del PRI aseguró durante su reunión con senadores que no se consentirá la corrupción ni la impunidad, algo que se antoja tan contradictorio como decirle a los peces que se les prohibirán las branquias, pues lo cierto es que el sistema priista es un cúmulo histórico de transas, intereses y complicidades, incluso la que llevó a Enrique Ochoa a ser dirigente priista a pesar de haber negado públicamente su militancia en años recientes y de haberse bailado los estatutos, sin contar los desastrosos resultados de su paso por la Comisión Federal de Electricidad, que son mucha materia para investigar.

También aprovechó para hacer un llamado a las nuevas generaciones  a tomar el partido y sacar a los dinosaurios del cretácico para que le entren unos más jurásicos como Christopher Barousse, quien ha demostrado hasta el cansancio su buena disposición para aprender las viejas mañas y aplicarlas al entorno moderno.

Otro anuncio fue el de comenzar una gira tipo las del Peje para recorrer los 32 estados del país en los próximos 100 días, para fingir que escucha las demandas ciudadanas y hallar nuevos sabores de atole para dar con el dedo. También hubo espacio para el humor involuntario al afirmar (así nomás, por sus tanteos) que el 99.9% de los priistas son honestos y el 0.1% sí son raterones.

De esta manera, contradice no sólo al presidente Enrique Peña, quien cree que la corrupción no es un problema institucional ni estructural sino “cultural”. ¿Qué idea tendrán del concepto de “corrupción” tendrán estos personajes para considerar que el 99.9 por ciento de los priistas son personajes ejemplares? A esto podríamos llamarlo “cinismo mágico”.

Así, el duartismo nos recuerda a los últimos días del Tercer Reich, en el que Hitler y sus secuaces ya sabían claramente que habían perdido la guerra, pero querían castigar lo más posible a los alemanes por su “debilidad y cobardía”, pues achacaban al pueblo, al ejército, a los traidores y hasta al clima por la tragedia que ellos mismos causaron. Que nadie se engañe, la principal razón de la debacle priista en Chihuahua se llama César Duarte, y la segunda, más general, Enrique Peña Nieto.

Esto queda más que claro al ver las reacciones por el nuevo gasolinazo, incluso peor que los del calderonato, el mayor en 18 años, 56 centavos por litro y de un jalón. El mero aumento ya es repudiable, pues va al contrario de la depreciación de los combustibles fósiles en todo el mundo, pero la indignación se cataliza con los comerciales que cacarearon hasta el cansancio en los que juraban que bajaría la gasolina, el gas y la electricidad, cuando en los hechos ha sido todo lo contrario.

Esto se debe a que el Gobierno ha encontrado la forma de exprimir más a los contribuyentes sin batallar demasiado, convirtiendo cada gasolinera en una oficina de recaudación a la que a la larga pagamos todos, sobre todo los más desfavorecidos, pues aunque no tengan ni auto para echarle 30 de la verde, el costo se reflejará en alimentos, bienes y servicios.

Los homicidios también repuntan en Chihuahua y en el país, mientras el gobernador concentra sus últimas fuerzas en desestabilizar a Chihuahua, en construirse un blindaje para cubrirse durante su huida y en vengarse de quienes considera que lo traicionaron, sin atender que él traicionó, en primera, al electorado que lo eligió.

Ahora se le paraliza la bursatilización gracias a las gestiones de Corral, quien sabe que podrá tener una propuesta buena o mala, gobernar bien, mal o más o menos, pero si algo se quedará en la mente de los chihuahuenses (y de los electores a nivel nacional) es cumplió o no su principal promesa de campaña: llevar a Duarte a rendir cuentas por sus excesos.

Pero mirando hacia el frente, como pidió el gobernador electo que ya parece que está en funciones por lo movido que anda, observemos los previsibles roces que está generando la integración del nuevo gobierno que si bien no se han soltado ni nombres, ya empezaron a sangrar llagas.

No comprenden muchos que este nuevo gobierno se integrará a partir de experiencia, trayectoria, capacidad y trabajo, no a partir de deudas políticas, partidos o amistades. Así, quienes compartieron algo contra Duarte en Facebook ya se sienten con derecho a gobernar y cobrar nóminas gordas, a pesar de que en su vida hayan presentado un proyecto, una idea, nada.

También están, por supuesto, quienes llevan años luchando contra la corrupción y la impunidad, con congruencia, capacidad y resultados, quienes también están levantando la mano y debieran ser tomados en cuenta, pero será Corral quien a final de cuentas quien asumirá los costos que necesariamente habrá, haga lo que haga, como será él quien rinda cuentas por los resultados o ausencia de estos, a fin de cuentas lo único que importa.

La Columna de Segundo a Segundo

#ElSegundero: •Tenemos que hablar de quienes piden licencia y quienes no lo hacen

El segundero
8/12/2020

Seguimos con el tema de quienes aspiran a la gubernatura del Estado Grande, y vale la pena analizar, quienes ni piden licencia o ni presentan renuncia y sus porqués.



Chihuahuitas
.- Primero las Damas, Maru Campos y su equipo decidieron no solicitar licencia, y menos presentar la renuncia pues 
el municipio si tienen para el aguinaldo. Le quieren hacer al estilo de los gringos: seguir en el cargo y hacer campaña, los asesores dicen que Maru por la mañanas se dedicará a la administración municipal y por las tardes a la campaña, dirían los chilangos “una alcaldesa godín”, sus opositores aseguran que las familias chihuahuenses solo tendremos presidenta de 9 a 3, y los fines de semana pues menos. Ahora, si Maru no pide licencia es porque la ley podría permitírselo pero también por aquello de las ordenes de aprehensión. Si Campos deja el puesto la guillotina podría caer de inmediato sobre su cabeza.

Juaritos.- Quién de plano se vuela la barda al no pedir licencia sin ninguna justificación es Armando Cabada, quien en su nueva piel morenista ahora hará la chamba solo pats quienes le ayuden a contestar a su favor en la encuesta. Por eso las críticas no han dejado de pegarle desde que se inscribió para la candidatura del partido de AMLO. Una incongruencia mayúscula del ex alcalde “independiente”.

Senado.- Cruz Pérez Cuellar, es otro que no pide licencia y seguirá jugando el doble juego de Senador y hacer campaña, cosa que no sorprende pues desde el inicio de su encargo, o más bien desde el 2016, vive en eterna campaña para contender por la gubernatura. Ayer comentábamos esta decisión de Cruz pues tiene doble filo. Además de que su licencia podría dejar un hueco en el grupo morenista del Senado, también podría ocasionar una detención al quedarse sin fuero.

PEMEX.- Rafael Espino, el consejero independiente de PEMEX, tampoco presentó renuncia o licencia a su cargo, ¿Quién le perdería el amor al cheque quincenal? Aunque aseguran que para el empresario Espino, el puesto es más honorario que otra cosa y en su caso no es necesaria separarse de su cargo.

Suspirante.- Por su parte Hugo Aguirre, alcalde con licencia de Guachochi, presentó su licencia ante el Cabildo, para dedicarse de lleno a buscar la candidatura por el PRI, el joven abogado se está jugando el todo por el todo, convirtió a Guachochi en un bastión priista desde 2016, para algunos ha dado resultados positivos, y se enfrenta a las artimañas de Bazán, cuenta con el apoyo de los priistas que no quieren a Omar (es decir muchos), y aunque muy humildemente, ha ido sumando a perfiles que ven en él a quien pueda levantar al PRI, lo seguiremos de cerca.

Eterno candidato.- Carlos Borruel, es otro al que le aplauden que no tuvo miedo dejar el cheque quincenal de la burocracia, en una hábil jugada, pues durante el 2020 se dedicó a generar simpatías con diversos alcaldes, no generó conflictos con los grupos internos del PAN, fue parte del gabinete de Corral, y hasta dicen que pudiera ser el caballo negro. ¿La segunda es la vencida?

Fundador.- Pero quien se lleva una estrellará en la frente, sin duda es Víctor Quintana, pues fue de los primeros en renunciar a su cargo de Secretario de Desarrollo Social de la administración panista, y estaría de mas no haberlo hecho, bonito cuadro sería buscar la candidatura por MORENA y trabajar para Corral. Una combinación abominable para los del centro del país. La verdad es que Quintana se deslindó muy a tiempo y por eso sigue en la pelea.

Vato cumplidor.- El que si cumplió su palabra fue Gustavo Madero, pues presentó licencia, con dolor de su corazón renunció al sueldo de senador, como lo había señalado en fecha y hora pactada. Aunque con calzador, Madero está metido en la contienda por la gubernatura, aun sabiendo que en Chihuahua, nunca ha ganado una elección, que va debajo de Maru en las encuestas, pero que el apoyo de Corral lo hace quedarse firme en sus anhelos.


El insulto para la sociedad chihuahuense, es quienes siguen usando la tribuna de sus cargos para los que fueron elegidos, en búsqueda de un interés personal, ahora sí que quieren comer pinole y chiflar al mismo tiempo, no hay piso parejo, pues quienes siguen en el cargo se valen de los recursos financieros y humanos para la consecución de sus aspiraciones…simple y sencillamente eso NO SE VALE.

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