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Policiaca

Matan a adolescente de 14 años por comprar una bicicleta robada

Un adolescente de 14 años fue asesinado a balazos la madrugada del lunes en un camino de terracería, en Culiacán, Sinaloa, por comprar una bicicleta robada.

De acuerdo con el diario El Debate, el cuerpo de Fernando ‘N’ fue localizado en un camino de terracería, en el poblado de Carrizalejo, perteneciente a la sindicatura de Sanaloa.

La publicación detalla que Fernando, quien formaba parte de una banda musical de nombre KZ4, fue asesinado por comprar una bicicleta robada, misma que le ofrecieron por sólo 600 pesos, cuando en realidad el costo de ésta oscila en los 10 mil pesos.

Eduardo, hermano de la víctima, explicó que al regresar de una fiesta un sujeto desconocido se acercó a Fernando y le ofreció una bicicleta marca Trek, en 600 pesos, lo que le pareció una gran oferta y sin dudarlo, aceptó el trato.

Horas más tarde, cuando se encontraba en una reunión con los integrantes de la banda musical, hombres armados a bordo de dos vehículos llegaron al lugar y cuestionaron al joven sobre la bicicleta; Fernando les comentó que la había comprado en 600 pesos, pero los sujetos lo subieron a la fuerza a uno de los automóviles.

El cuerpo de Fernando, que presentaba heridas de bala en diferentes partes del cuerpo, fue localizado boca abajo y con las manos atadas en un camino de terracería de Culiacán.

La música de la banda KZ4 acompañó a Fernando a su última morada, mientras que en el féretro se colocó una calcomanía con el número 029, agrupación de ciclistas, a la que el menor buscó pertenecer.

Excelsior

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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