El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Chihuahua, recomienda a la población estar alerta del estado de salud en los niños y adultos mayores, pues en esta temporada de verano la deshidratación los puede afectar considerablemente.
El coordinador de Salud Pública, doctor Ismael Rodríguez Chávez, destacó que las altas temperaturas no sólo provocan en el cuerpo una mayor necesidad de ingerir agua, sino que el calor propicia la acelerada descomposición de los alimentos que, de consumirse, pueden generar infecciones gastrointestinales con síntomas, como: vómito y diarrea que acelera de manera importante la pérdida de líquidos.
Indicó que son los grupos de niños de 0 a 5 años y los adultos mayores de 60 los más vulnerables a sufrir las consecuencias de una deshidratación por diarreas agudas que se vuelven un motivo de consulta frecuente durante el verano.
Por ello, puntualizó que el Instituto Mexicano del Seguro Social recomienda conservar de manera adecuada los alimentos, no dejar la comida restante descubierta o a temperatura ambiente sino refrigerarla, de lo contrario esta se puede contaminar y generar un cultivo de hongos o bacterias.
Además, recomendó evitar consumir alimentos en la calle o hacerlo en establecimientos en los que conste una adecuada situación de higiene y preparación de los platillos.
“Una infección gastrointestinal puede agravar el estado de salud si provoca deshidratación por las continuas evacuaciones líquidas que el cuerpo a manera de defensa produce”, dijo.
Asimismo, explicó que en su fase inicial, la deshidratación muestra síntomas como: animo irritable, ojos hundidos, labios secos y se notan sedientos; en una etapa más avanzada los ojos muestran un mayor hundimiento y se limita la capacidad para beber agua. En esta situación es de vital importancia acudir a las áreas de urgencias de su clínica de adscripción.
En ese sentido, dijo que en caso de que un menor presente un cuadro de deshidratación, evite darle a consumir refrescos gaseosos, jugos azucarados o de hortalizas –como zanahoria o betabel-, té, o bebidas comerciales rehidratantes los que pueden provocar que el niño se deteriore deshidratándose aún más.
Puntualizó que ante cualquier síntoma de infección estomacal como dolor de estómago, cabeza, vómito, diarrea e incluso fiebre, hay que acudir con su médico a las Unidades de Medicina Familiar (UMF), de adscripción para que de ser necesario le receten el mejor tratamiento y así evitar la posible pérdida de líquidos.
Finalmente, manifestó que en las unidades de medicina familiar se encuentran ubicados los módulos de PREVENIMSS, donde se explica las mejoras maniobras para atender la deshidratación mediante el uso de Vida suero oral, que corrige la perdida de electrolitos en caso de infección intestinal y diarreas de niños y adultos.