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Policiaca

Apuñala hasta la muerte a su hijo porque ‘no estudiaba’

Un hombre nipón arrestado el pasado fin de semana por supuestamente apuñalar hasta la muerte a su hijo de 12 años ha asegurado a la policía que lo hizo porque el menor «no estudiaba» para los exámenes de nivel de secundaria, informaron hoy fuentes de la investigación.

El detenido es Kengo Satake, un transportista de 48 años de la ciudad de Nagoya (centro del país).

Lo apuñalé porque no estudiaba», explicó Satake a los agentes que lo interrogaron tras su detención, según ha detallado un portavoz policial a medios locales.

El hombre fue detenido aproximadamente una hora después de que acuchillara a su hijo, Ryota, en el pecho con un cuchillo de cocina el pasado domingo.

El hombre explicó a las autoridades que estaba preocupado porque su hijo no estaba estudiando para los exámenes que se realizan con cada cambio de ciclo escolar en Japón, y de cuyos resultados depende el ser aceptado o no en colegios de mayor prestigio, ya sean públicos como privados.

Satake aseguró que quería que su hijo, que cursaba este año sexto de primaria y debía realizar el examen para el cambio de ciclo a principios de 2017, pudiera acceder al mismo colegio privado de secundaria al que él asistió de niño en Nagoya.

Japón es conocido por la presión que suelen ejercen muchas familias sobre los estudiantes para obtener los mejores resultados académicos posibles.

El archipiélago cuenta además con una extensa red de academias extraescolares que ayudan a preparar los exámenes de acceso y de la que echan mano más del 90 por ciento de los alumnos de secundaria.

Estas convocatorias para el cambio de ciclo académico o para el acceso a la universidad se conocen popularmente en Japón como ‘shiken jigoku’ (el infierno de los exámenes).

Chihuahua

Terror en la carretera Chihuahua-Ojinaga: hallan cuerpo desmembrado, calcinado y con armamento de alto poder

La violencia volvió a dejar su firma con sangre en una de las rutas más transitadas del estado. La mañana de este miércoles, autoridades fueron alertadas por la presencia de restos humanos en la carretera Chihuahua-Ojinaga, a la altura de un tramo despoblado. Aunque el reporte inicial hablaba de dos cuerpos, elementos de la Policía Estatal confirmaron que se trataba de un solo cadáver, desmembrado y calcinado.

El hallazgo fue aún más inquietante por los objetos encontrados junto a los restos. En el sitio yacían una cabeza humana, dos brazos cercenados, dos fusiles de asalto, tres cargadores, un chaleco porta placas color negro y dos identificaciones oficiales a nombre de Gerardo V. V., con domicilio en Villa Vicente Guerrero, Durango. Las piezas humanas estaban esparcidas sobre el pavimento y zonas aledañas, en lo que se presume fue una ejecución con mensaje entre grupos criminales.

La escena fue asegurada por agentes estatales, mientras que minutos después arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y personal de la Guardia Nacional, quienes desplegaron un operativo de resguardo del área e iniciaron las primeras diligencias. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima ni el móvil del crimen.

La brutalidad del caso, sumada a la presencia de armamento militar, refuerza las líneas de investigación relacionadas con el crimen organizado. Las autoridades no descartan que la víctima haya pertenecido a alguna célula delictiva y que su ejecución esté vinculada con ajustes de cuentas o disputas territoriales entre cárteles que operan en la región.

Este hecho se suma a una cadena de actos violentos registrados en el estado durante las últimas semanas, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en zonas carreteras y la capacidad de respuesta institucional. Las autoridades han pedido colaboración ciudadana para recabar información que permita dar con los responsables, aunque reconocen que el nivel de violencia exhibido en este caso habla de una estructura criminal con acceso a logística, armamento y recursos.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su análisis e identificación definitiva, mientras la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Entretanto, la carretera Chihuahua-Ojinaga, vital para el comercio y la movilidad regional, se convierte en un nuevo escenario del terror con una advertencia implícita para quienes disputan el control de la zona.

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