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Policiaca

84 cuerpos enterrados ilegalmente por autoridades tienen huellas de tortura

De los 117 cadáveres que la Fiscalía del estado de Morelos enterró ilegalmente en una fosa común en el panteón de la comunidad de Tetelcingo, en el municipio de Cuautla, Morelos, un total de 84 cuerpos presentó huellas visibles de violencia física.

preliminares, el cual fue presentado la mañana de este martes por el activista Javier Sicilia, además de expertos forenses independientes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), y familiares de víctimas.
En 2014 fueron descubiertas dos fosas en un predio privado en el panteón de Tetelcingo. Ahí la Fiscalía del Estado sepultó de manera ilegal más de 100 cuerpos, motivo por el que la propia dependencia anunció en noviembre de 2015 que abrió una investigación contra varios de sus funcionarios y exfuncionarios.

Tras la presión de varias organizaciones civiles, el pasado 3 de junio las autoridades morelenses anunciaron la conclusión de los trabajos de exhumación e inhumación de 117 cadáveres para investigar el material genético de los cuerpos y compararlos con el de familiares de personas desaparecidas. En estas labores también participaron peritos forenses de la UAEM.
Como resultado de estas labores, en el informe Fosas clandestinas de Tetelcingo: Interpretaciones preliminares los peritos de la UAEM documentaron que 84 cuerpos fueron enterrados clandestinamente por la Fiscalía con evidentes signos de violencia física y tortura, lo cual, en opinión de los expertos, evidencia el posible “encubrimiento de delitos” por parte de las autoridades morelenses.

Entre los indicadores de violencia se registraron cuerpos con impacto de proyectil disparado por arma de fuego en el cráneo; lesiones producidas por armas punzocortantes en diversas partes del cuerpo; quemaduras en prendas o partes del cuerpo; cráneo ausente sin explicación forense; cráneos fragmentados o fracturados; fracturas en huesos; amputaciones; órganos extirpados sin explicación del resto del cuerpo; amputaciones sin señales de traumatismo, sin explicación forense; y cuero cabelludo separado del cráneo; entre otros.

Cuerpos enterrados sin indagatorias y sin necropsia de ley

El estudio también apunta que 12 de los cuerpos fueron sepultados sin que la autoridad les practicara la necropsia de ley. De esos 12 cuerpos, nueve presentan huellas evidentes de violencia, incluyendo tres heridas por impacto de proyectil, una posiblemente hecha con arma punzocortante y varias que podrían derivarse de golpes con objetos contundentes.

Asimismo, 34 de los 117 cuerpos inhumados por la Fiscalía del estado no estaban vinculados a ninguna investigación penal. Es decir, que fueron enterrados sin que la autoridad realizara ninguna indagatoria sobre el motivo de la muerte.

Fosas de la autoridad, “al mismo estilo de los Zetas”

Por otra parte, Roberto Villanueva, del programa de Atención a Víctimas de la UAEM, y el activista Javier Sicilia, denunciaron que las condiciones en que fueron hallados los 117 cuerpos en las dos fosas de Tetelcingo apuntan que fueron sepultados de la misma forma en que lo hacen los grupos del crimen organizado, “en particular ‘Los Zetas’.

“Encuentren las diferencias”, comentó irónico Roberto Villanueva tras exponer durante la conferencia de prensa dos fotografías en las que se comparó las fosas de Tetelcingo con otra del grupo Los Zetas.

Por su parte, tirando también de sarcasmo, el poeta Javier Sicilia dijo que las fosas clandestinas de Los Zetas “tienen mejor metodología” que las de la Fiscalía de Morelos en la comunidad de Tetelcingo.

El informe Fosas clandestinas de Tetelcingo: Interpretaciones preliminares’ también apunta que, tras realizar un análisis de las condiciones en que se colocaron los restos sepultados por las autoridades, “dan cuenta de una inhumación con características de clandestinaje, similares al patrón de inhumaciones ilícitas realizadas en zonas controladas por grupos criminales”.

Confirman hallazgo de 3 niñas entre las víctimas

El documento también revela que entre los 117 cadáveres se encontraron los de tres niñas: una recién nacida, una de entre ocho y diez años, y otra de aproximadamente siete años. Todas presentan signos de violencia.

Una de las niñas fue asesinada tras ser lanzada desde un puente de 20 metros de altura. Según expuso Sicilia, el caso de esta niña podría estar ligado a un delito de pornografía infantil o trata de personas, puesto que tenía las uñas pintadas de rosa con esmalte permanente; cosa poco frecuente en una menor de esa edad.

Ya se extrajeron los perfiles genéticos de todas las víctimas

Iván Martínez Duncker, integrante de la Comisión Científica de Identificación Humana de la UAEM, aseguró que los peritos independientes ya extrajeron todos los perfiles genéticos de los 117 cadáveres hallados en fosas de Tetelcingo.

Entre los cadáveres sepultados había personas desaparecidas que ya han sido identificadas y que en los próximos días darán a conocer, dijo Duncker.

Ahora, la Comisión Científica de Identificación Humana de la UAEM entregará estos perfiles a la Procuraduría General de la República (PGR) para que sean agregados a la base de datos que proceda, y poder hacer las comparaciones con los perfiles genéticos de familiares de personas desaparecidas.

AnimalPolítico

Chihuahua

Terror en la carretera Chihuahua-Ojinaga: hallan cuerpo desmembrado, calcinado y con armamento de alto poder

La violencia volvió a dejar su firma con sangre en una de las rutas más transitadas del estado. La mañana de este miércoles, autoridades fueron alertadas por la presencia de restos humanos en la carretera Chihuahua-Ojinaga, a la altura de un tramo despoblado. Aunque el reporte inicial hablaba de dos cuerpos, elementos de la Policía Estatal confirmaron que se trataba de un solo cadáver, desmembrado y calcinado.

El hallazgo fue aún más inquietante por los objetos encontrados junto a los restos. En el sitio yacían una cabeza humana, dos brazos cercenados, dos fusiles de asalto, tres cargadores, un chaleco porta placas color negro y dos identificaciones oficiales a nombre de Gerardo V. V., con domicilio en Villa Vicente Guerrero, Durango. Las piezas humanas estaban esparcidas sobre el pavimento y zonas aledañas, en lo que se presume fue una ejecución con mensaje entre grupos criminales.

La escena fue asegurada por agentes estatales, mientras que minutos después arribaron elementos de la Fiscalía General del Estado y personal de la Guardia Nacional, quienes desplegaron un operativo de resguardo del área e iniciaron las primeras diligencias. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente la identidad de la víctima ni el móvil del crimen.

La brutalidad del caso, sumada a la presencia de armamento militar, refuerza las líneas de investigación relacionadas con el crimen organizado. Las autoridades no descartan que la víctima haya pertenecido a alguna célula delictiva y que su ejecución esté vinculada con ajustes de cuentas o disputas territoriales entre cárteles que operan en la región.

Este hecho se suma a una cadena de actos violentos registrados en el estado durante las últimas semanas, encendiendo nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en zonas carreteras y la capacidad de respuesta institucional. Las autoridades han pedido colaboración ciudadana para recabar información que permita dar con los responsables, aunque reconocen que el nivel de violencia exhibido en este caso habla de una estructura criminal con acceso a logística, armamento y recursos.

El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para su análisis e identificación definitiva, mientras la Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación. Entretanto, la carretera Chihuahua-Ojinaga, vital para el comercio y la movilidad regional, se convierte en un nuevo escenario del terror con una advertencia implícita para quienes disputan el control de la zona.

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