El SAT inicia investigación contra César Duarte. A casi nada de terminar su mandato, el gobernador de Chihuahua junto con otros cuatro que llevaron al fracaso del PRI en las pasadas elecciones, ya están siendo auditados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para desenmarañar el relajo financiero que trae cada uno en su estado.
¿Azote o mera simulación? El jefe del SAT, Aristóteles Núñez, dijo que esperan que los resultados de esta investigación estén listos antes de que los gobernadores terminen su mandato. Sabemos que es difícil si no es que casi imposible que una vez que salgan del poder, den la cara; y sobre todo, hace ruido que de la noche a la mañana inicie una quema de brujas cuando el desfalco fue visible desde hace años.
Carlos Slim, el dueño de México… y de Chihuahua. Luego de interponer dos amparos en contra de la bursatilización solicitada por César Duarte y que ambas fueron rechazadas, se convocó a seis entidades financieras a presentar sus propuestas: la ganadora fue Banco Inbursa, propiedad de Carlos Slim.
La busatilización de 6mmdp quedará en sus manos. Aunque aún falta que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público autorice el proceso, lo más seguro es que proceda. Un gran golpe a los recursos financieros de Chihuahua que quedarán comprometidos por los próximos 22 años.
Cada chihuahuense tendría que pagar más de 11 mil pesos. Esto para solventar la deuda que tiene el estado de Chihuahua hasta el 30 de junio de este año, pero si a esto le sumamos la cifra que está a punto de inflarse, los números ascendería aún más. No le basta a Duarte con ser el estado número uno en nivel de deuda equivalente con el 8.18 por ciento de su PIB.
¡Ignoren a los periódicos que sólo sirven para matar moscas! La priista de hueso rojo, Rosario Robles, visitó Parral para entregar 200 viviendas, pero su evento no brilló por su gran labor como secretaria de Desarrollo Social sino por su lamentable comentario en contra de los medios de comunicación.
Defensora de lo indefendible. Robles se sumó a la campaña “defiende a un priista”, pues sacó las uñas por el gobernador Duarte a quien le dijo: “Me da mucho gusto verlos a los dos bien, porque miren: yo le he vivido, las tormentas van y vienen, los periódicos se hicieron para matar moscas y limpiar vidrios… ustedes están aquí vivos, fuertes, sanos y eso es lo importante”.
Ardió Twitter y Robles tuvo que disculparse. A través de su cuenta, la funcionaria señaló que había cometido una equivocación, y que siempre sí reconocía la labor periodística de los medios de comunicación: “Ayer dije una desafortunada frase sobre los periódicos. Sé de su importancia y honestamente me disculpo por ello”, señaló.
Azorrillados por análisis de las cuentas públicas. Inicia el periodo extraordinario de sesiones en el Congreso del Estado y los reflectores están encima de las cuentas del gobernador César Duarte y de los alcaldes Marco Quezada y Javier Garfio, de Chihuahua, así como de Teto Murgía y Enrique Serrano, de Juárez.
PAN deberá cuidar sus pasos. Durante el gobierno de César Duarte fueron cómplices de varias aprobaciones, algunas habrán sido por omisión pero en otras sin duda hubo intereses de por medio. Ahora con el cambio de gobierno, están en la mira pues podrían comprometer su papel como nuevo gobierno, esto a pesar de que sabemos que los chihuahuenses no votaron por un partido, sino por un candidato.
¿Se harán de la vista gorda o tomarán oposición de verdad? De la revisión de estas cuentas depende mucho cómo salga librado César Duarte. No le convendría al PAN seguir alimentando la omisión, ya que está en riesgo la poca salud financiera que queda del estado, y traicionar al partido sería traicionar a todos los chihuahuenses que salieron a votar el pasado 5 de junio.
La puñalada a Gustavo Madero. El chihuahuense ya se sentía con la presidencia de la Cámara de Diputados, pensó que Ricardo Anaya era su amigo, pero en la política los amigos no existen y él lo ha experimentado en carne propia. El trono que ya sentía de él se lo dieron a Edmundo Bolaños, de Morelia. Descalabro total.
Tremendo berrinche que montó el panista. Y no es para menos, Madero apoyó a Anaya para alcanzar la dirigencia nacional del partido, y pensó que por lógica el favor le sería regresado. Saboreaba su ascenso político, pero ahora el único sabor que le queda en la boca es el de bilis y traición.