Se le hizo a Luis Fierro. El ahora rector electo de la Universidad Autónoma de Chihuahua sacó a relucir sus conocimientos maquiavélicos y su habilidad política para, paso a paso, ir volteando a su favor condiciones que en principio no le favorecían nadita, gracias a sus impecables maniobras y a no tener, como otros directores, cola que le pisen.
Luis era el candidato del rector. Enrique Seáñez lo empujó en contra de Enrique Carrete, el candidato de Duarte, y Javier Martínez, quien traía la bendición azul. El primero se desfondó por el desgaste natural y casi pestilente de su grupo. El segundo iba a ser fácilmente rebotado pues no cumplía a cabalidad con los requisitos para ser rector, y sólo calentaría el proceso, así que al final quedó el justo medio aristotélico, Luis Fierro.
Fierro contó con el apoyo de su equipo. Fue notable el respaldo que le dieron, y que su aspiración a la rectoría la tuvo en mente desde su primer día como director de la Facultad de Filosofía y Letras. Trabajó duro, ofreció resultados notables, negoció y quedó bien con cuantos pudo, y evitó en la medida los escándalos, aunque no pudo salvarse de ser arrastrado por el cochinero del sexenio que agoniza. El indigno desplegado de directores en apoyo a Duarte, y la suspensión de clases “por el frío” le fueron reprochados, pero como por no dejar, pues se sabe que él simplemente siguió instrucciones de los mandamases.
Ahora viene lo bueno. Hay muchas cuentas pendientes, intereses y grupos revueltos que el nuevo rector tendrá que conciliar a los grupos de todos los sabores, colores y mañas que se encuentran enquistados en la Universidad. Algunos con claro signo partidista, otros constituidos como grupos aparte como el Foro de Periodistas, que han hecho de vocerías, plazas y hasta la radio su botín, y no piensan soltarlo. Uno de los más ardidos es Eloy Díaz, director de Ciencias Políticas, quien operó abiertamente en contra de quien en adelante será su jefe, pues incluso se dedicó a distribuir imágenes de Fierro con priístas ahora impresentables.
También en el Colegio de Bachilleres hay grilla. Sigue la supuesta bronca entre el sindicato y los directivos, quienes están fingiendo pleitos y denuncias de transas cuando en realidad el jaloneo es nada más para tratar de congraciarse con los poderes entrantes y tratar de simular que no están de acuerdo con las transotas de las que ambos grupos se beneficiaron.
Andan bien apurados en el Cobach. Ante la llegada al poder del nuevo poder están tratando de amarrar puestos, presupuestos y asignaciones para premiar a los más cercanos. A ver si Rodolfo Torres Medina alcanza a alzar el cochinero antes de que le pidan las llaves de la casa, no creemos.
Donde el cochinero está más descarado es en la UPN. Los maestros de la Universidad Politécnica de Chihuahua, Cintia Ortega, Graciela Olmedo, Teresa Domínguez, Griselda Morales y Salvador Chavira, denunciaron haber sido suspendidos de sus labores como docentes sin justificación alguna, y afirman que es por la denuncia de las irregularidades que ahí se han vivido todo el sexenio, pues se han servido con la cuchara grande.
Los traen juidos. Los profesores señalados dicen ser perseguidos por querer ejercer su derecho a formar un sindicato y exigir mejoras laborales, pues los directivos de esta universidad son de los mejor pagados del país, mientras que los maestros andan hablando con las piedras. En los próximos días daremos más detalles de esta grilla magisterial.
Mientras Javier Corral anda en altos vuelos. El próximo martes 13 de septiembre se llevará a cabo en Chihuahua el foro de análisis “La Relación México-EU 2016”, el cual contará con el respaldo del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, un organismo de renombre a nivel mundial, y la presencia de expertos en finanzas, política y asuntos binacionales, de la talla de Federico Reyes Heroles y Ricardo Raphael.
Ahí no acaba la cosa. En noviembre, ya despachando como gobernador, Javier Corral recibirá a dos políticos de grandes, pero grandes ligas. Se trata del José Mujica, considerado alguna vez el mejor presidente del mundo, un tupamaro de mentalidad política más o menos parecida a la de Corral, así como Billy Sanders, un activista y caricaturista que ha recibido numerosos reconocimientos internacionales por su defensa de las libertades civiles, y sus dibujos han ocupado los despachos de presidentes como Kennedy y Lyndon Johnson.
César Duarte se pone en plan niño. Como ya nadie lo pela, y sus otrora lambiscones ahora le sacan la vuelta, pues decidió acudir personalmente a entregar su último informe al Congreso del Estado, en un acto al que no invitó a su sucesor ni por no dejar. No hace falta, ahí estarán los diputados panistas bien envalentonados para tirarle. A ver cómo le va.
Anda de luto. La muerte de Juan Gabriel podría ser usada como distractor por los que ya se van, pues no quieren que los reflectores los sigan en sus últimos días de mandato. Por lo pronto es casi seguro que andarán este miércoles en la Ciudad de México despidiendo al divo de Juárez, y organizando cuanto homenaje puedan, es lo último que les queda.