Distanciamiento entre Corral y Cabada. El titular del ejecutivo estatal y el alcalde de Juárez tuvieron su primer agarrón en pleno día de toma de protesta del alcalde juarense, todo por el aferramiento de mantener a Jorge González Nicolás como jefe de la policía de su municipio.
González Nicolás tiene una gran trayectoria… en ser tapadera del gobierno en turno. Bajo su mando la Fiscalía Estatal se convirtió en la tapadera oficial de cuanta triquiñuela se le ordenara, y si bien la seguridad no estuvo tan mal, tampoco se justifica que se imponga a un funcionario de resultados medianones, pero políticamente casado con el ex gobernador César Duarte y los integrantes de su grupo.
Pero tendrán que llevarse bien a fuerzas. Más allá de lo que traigan atorado en el hígado, tanto Corral como Cabada deberán mantener una relación institucional, pues Juárez no es cualquier municipio, y el gobernador no puede romper relación con quien administra la ciudad más grande, importante y maltratada de Chihuahua.
Pero sólo por encimita. El gobernador ya anunció que, debido a la desconfianza que se le tiene a González Nicolás, reforzará la presencia estatal en la frontera, y el alcalde se limitó a decir que ok, pero que con los asuntos municipales no se meta, por lo que ya cada quién comenzó a pintar su raya. ¿Vale la pena un enfrentamiento de este tamaño por el aferramiento a mantener a Nicolás? ¿De ese tamaño es el desempeño de este personaje… o de los compromisos con su grupo?
Hubo desaires. Por lo pronto Corral no se apareció en la toma de protesta del mandatario juarense. Esto en respuesta por el desaire que el alcalde hizo en primera instancia al no tomar en cuenta a quien a fin de cuentas gobernará Chihuahua para un nombramiento tan delicado. No es cuestión de sumisión sino de mera coordinación y confianza. Corral ha dado una patada a la mesa para que no lo culpes si algo ahí sale mal, él ya dijo claro que no está de acuerdo.
Pero en el estado no cantan mal las rancheras. César Augusto Espejel fue designado como Fiscal General a pesar de sus famélicos resultados en la PGR, donde aportó poco o nada a recuperar la paz en la frontera, y ayer ya lo ratificó el Congreso sin objeción alguna, a pesar de que durante su periodo como delegado la actividad contra el crimen organizado se desplomó en la entidad. Sus respaldos traerá… dicen.
También la policía estatal queda en entredicho. El nombramiento de Javier Benavides, ex comisionado de seguridad, como titular de la corporación se tambalea. Algunos dicen que pese al jaloneo se queda, otros que le darán aire antes de asumir y por ello buscan raspar lo menos posible los muebles, pues aunque no hay denuncias penales en su contra, mediáticas sí que las hay. Nada más pregúntenle al jefe de Comunicación Social, Antonio Pinedo, sus recuerdos.
La que sí se bañó de cariño fue Maru Campos. No sólo acudió puntualmente el gobernador Javier Corral, también la presidenta del Congreso, Blanca Gámez, y el magistrado presidente del Tribunal de Justicia, Gabriel Sepúlveda. Además vinieron de ‘fueras’ luminarias del jet set político como Margarita Zavala, en su luchita por seguir la matadera que dejó su marido, al igual que el coordinador de las huestes panistas en la Cámara de Diputados, Marko Cortés, así como el presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes, Enrique Vargas, entre muchos, muchos otros.
También el PRI prepara su aquelarre. La visita del dirigente nacional, Enrique Ochoa, trae con los pelos de punta a los tricolores que ya se espabilaron, pues lo bombardearán con pataleos, lloriqueos y quejas el próximo domingo 16 de octubre. Lo recibirá con grandes ambiciones Lilia Merodio, quien parece la puntera para dirigir lo que queda del PRI, pero también andan olisqueando Enrique Serrano, el pataleado aspirante a la gubernatura, Pedro Domínguez, peleado con todo mundo por sus prácticas porquísimas, aunque también perfiles más presentables como Graciela Ortiz y Adriana Fuentes, quienes no andan tan quemados.
También viene el Peje. Andrés Manuel López Obrador, encampañado como desde hace décadas rumbo a la elección de 2018 estará en Chihuahua el 20 y 21 de octubre, en un recorrido maratónico que abarcará Juárez, Chihuahua, Parral, Cuauhtémoc y Delicias, donde se reunirá con los militantes, los enchilará hablándoles de los desastres del país y al final se presentará, como siempre, como el salvador de México. Allá quien le crea.
Para cerrar con risas. Tras la delirante petición de la Diócesis de Chihuahua de cambiar el logo de la administración de Corral, pues les salen ronchas en cuanto ven algo que les recuerda a la comunidad gay, la respuesta vino no del gobierno, sino de otro sacerdote, ‘El Pato’ Ávila, un jesuita que lo apaleó con argumentos al recordarle que el arcoíris no necesariamente significa homosexualidad, sino la señal de la alianza eterna que hizo Dios con la humanidad, al prometerles no enviar diluvios nunca más… patético que en un escenario política, social y económicamente tan difícil como vive Chihuahua, esta sea la aportación de una institución trasnacional como la Iglesia.