Conecta con nosotros

Resto del mundo

Drones llevan sangre para salvar miles de vidas en Ruanda

Published

on

En una rampa de despegue, el dron blanco con alas rojas ruge en el aire. A bordo lleva sangre para el hospital de Kabgayi, situado a unos dos kilómetros de distancia.
Esta semana Ruanda ha presentado su primera base de drones que se usarán para abastecer de sangre a 21 clínicas del oeste del país. Se encuentra en Muhanga, a 50 kilómetros de la capital ruandesa, Kigali, y será inaugurada este viernes con la presencia del presidente Paul Kagame.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), África tiene la tasa de mortalidad materna más alta del mundo debido a las hemorragias posparto. El acceso a las transfusiones sanguíneas es crucial para las mujeres del continente.
Ruanda no es una excepción y la topografía escarpada del «país de las mil colinas» dificulta el transporte por carretera, sobre todo durante la temporada de las lluvias.
La sangre «es un bien preciado y no es posible almacenarlo en gran cantidad en cada centro sanitario» del país, explicó Keller Rinaudo, director general de la empresa estadounidense de robótica Zipline, que ha concebido la base y sus 15 drones.
Este sistema «permitirá al gobierno ruandés suministrar instantáneamente transfusiones de sangre vitales a cualquier ciudadano en el país en entre 15 y 30 minutos», asegura.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con la alianza internacional Gavi creada en 2000 para facilitar las vacunas en el mundo y la Fundación UPS, que desembolsó 1,1 millones de dólares (1 millón de euros).
Más tarde, las vacunas
El gobierno ruandés subcontrata el suministro de bolsas de sangre a Zipline, por un coste casi equivalente al transporte por carretera, asegura la firma estadounidense.
Los drones «Zips» tienen forma de pequeño avión. Funcionan con electricidad gracias a baterías y disponen de una autonomía de 150 kilómetros. Cada dron pesa 13 kilos y puede transportar un cargamento de unos 1,5 kilos, es decir tres bolsas de sangre.
Estos aparatos salen propulsados a 80 km/h de la rampa de lanzamiento y alcanzan hasta 70 km/h en pleno vuelo, de modo que pueden realizar 150 suministros por día de forma autónoma.
Bajo una carpa, los técnicos siguen las operaciones desde sus ordenadores portátiles y varios empleados juntan las pequeñas cajas rojas de cartón equipadas con un paracaídas de papel que contienen las bolsas de sangre. Los aparatos las lanzarán cuando se encuentren a 20 metros del suelo.
En 2017 se construirá una segunda base con el objetivo de que los drones cubran los 26.000 km2 de este pequeño país de los Grandes Lagos.
«Son vuelos que salvarán vidas», comenta entusiasmado Gregg Svingen, encargado de la comunicación de UPS. «Hoy es la sangre, mañana serán las vacunas», dice, asegurando que el proyecto podría exportarse a otros países.

La Nación

Resto del mundo

Los retos de la Inteligencia Artificial ante un verano muy caliente

Published

on

By

El término “invierno de la inteligencia artificial” fue introducido por Roger Schank y Marvin Minsky en 1984, en la convención anual de la Asociación Norteamericana de Inteligencia Artificial (AAAI).

En ese encuentro advertían acerca de un probable estancamiento en el ámbito de la IA, caracterizado por una merma en el financiamiento y el entusiasmo hacia esta disciplina. La metáfora vino inspirada por el “invierno nuclear” del que se hablaba durante la Guerra Fría ante el riesgo de ataques con bombas atómicas, para ilustrar un periodo de declive, luego de una etapa de elevadas expectativas, respecto a las capacidades de la inteligencia artificial.

Cambio de narrativa

La revolución de la inteligencia artificial(IA) está marcando un antes y un después en diversas actividades profesionales, redefiniendo roles y automatizando ciertas funciones, particularmente aquellas caracterizadas por su repetitividad o la gestión de extensos volúmenes de datos.

Un informe del Departamento de Educación del Gobierno británico publicado a finales de 2023 evaluaba los posibles efectos de la IA en el mercado de trabajo de Reino Unido, señalando las debilidades de algunos puestos de trabajo. Algunos ejemplos que se encuentran en la línea de fuego de esta transformación tecnológica son: analistas de datos, periodistas, personal de back office, agentes bursátiles y traders, auditores y contables, consultores y analistas económicos, asesores financieros y analistas de riesgos financieros, entre otros.

IA y enriquecimiento global

McKinsey Global Institute ha examinado el impacto de la inteligencia artificial en campos como la economía y las finanzas, con un enfoque particular en su influencia en el ámbito laboral.

Los resultados de la investigación sugieren que, a pesar de los desafíos asociados con su adopción y absorción, la IA tiene el potencial de generar una actividad económica adicional a nivel global de entre 2,6 y 4,4 miles de millones de dólares anuales. Por ejemplo, el PIB español en 2021 fue de 1,4 mil millones de dólares. Esto aumentaría a nivel global el impacto de la inteligencia artificial en la economía entre un 15 y un 40 %.

El panorama de la IA ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con un marcado incremento tanto en su adopción como en la inversión por parte de las organizaciones. Desde 2017, la implantación de la IA se ha duplicado y actualmente más de la mitad de las empresas dedican más del 5 % de sus presupuestos para digitalización a esta tecnología.

Valor añadido e innovación

Ante el imparable avance de la inteligencia artificial, es momento de encarar la realidad: la entrada de la inteligencia artificial a las empresas afectará al trabajo de las personas, que deben reinventar su lugar en el mercado de trabajo.

Hay que evitar la llegada del “invierno del trabajo”: la formación de valor añadido y la habilidad de pensar de manera innovadora, lo que llaman “pensar fuera de la caja”, ya no son meros complementos sino requisitos indispensables para no verse relegados en sus funciones.

La innovación y la ética deben ir de la mano en este nuevo escenario, pero, sin una dosis de creatividad y aporte único, el desarrollo humano y el crecimiento profesional corren el riesgo de estancarse.

Este cambio de paradigma no admite términos medios: o los trabajadores se mantienen evolucionando constantemente o se quedarán atrás.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto