Round 2 entre Corral y Cabada. Así se percibió la rasposa interacción entre el gobernador Javier Corral Jurado, quien ya demostró que es sentido y mucho, pues el pleito que desató el nombramiento de Jorge González Nicolás como secretario de Seguridad Pública de Juárez parece que va para largo, y la reconciliación, en vez de acercarse, se mira cada día más lejana.
Riscazo. El gobernador tiró una pedrada bien dirigida y sin ánimo de esconder la mano al edil fronterizo durante la instalación del Consejo Político Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), cuando el “primer panista del estado” llamó a sus huestes para recuperar Ciudad Juárez del “supuesto independiente”, como llamó a Cabada.
¿Qué compromisos tiene Cabada? Esta pregunta está siendo soltada en los pasillos pues hay cada vez más personas que apuntan a que Cabada contó con el apoyo soterrado de Duarte para bajar al ‘Teto’ Murguía de su tercera gestión en Juárez. De haber ganado Serrano, Cabada con él se llevaría mucho mejor que con Corral, eso todos lo saben, y ahora se verá si esos supuestos compromisos son tan fuertes como para preferir quedar bien con el gobernador saliente que con el entrante. Ni San Reyes pudo reconciliarlos. La foto juntos que pintó como ‘kinkis’ entre ambos mandatarios fue pura hipocresía.
Se destapó la cloaca. Rocío Stefany Olmos, secretaria de la Función Pública de Chihuahua, denunció que durante la gestión del gobernador César Duarte se crearon empresas fantasmas para desviar fondos, al estilo que su homólogo y medio homónimo, Javier Duarte, quien hoy se encuentra escondido y prófugo de la justicia. Más del 60% de las licitaciones durante el duartato se realizaron por adjudicación directa, saltándose olímpicamente la Ley de Adquisiciones. Hasta el momento se han detectado al menos 500 aviadores.
Amigos de Duarte hicieron su agosto. También se vendieron bienes públicos a personas cercanas al exgobernador, a precios ridículamente bajos, con lo cual se afectó gravemente al patrimonio de los chihuahuenses. Los burócratas medios y altos no se salvaron, pues se les descontaba al menos el 5% de su nómina para entregarlo al Partido Revolucionario Institucional. Esto representa al menos 100 millones de pesos retenidos ilegalmente, los cuales ahora se exige que el PRI regrese a Chihuahua, pues está demostrado que es dinero obtenido ilegalmente.
Duarte fue espléndido con Peña Nieto. En una coincidencia más con el veracruzado Javier Duarte, César, el de Chihuahua, fue de los más asíduos regaladores para el presidente Enrique Peña Nieto, con cargo a las finanzas públicas, desde luego. Hasta la fecha no se conoce a detalle qué le regalaron ni cuánto costó, pero ya hay presión para que se transparente. La protección que recibe el exmandatario de su partido y de las autoridades federales desde luego no es de a gratis.
Al Teletón puras largas y promesas. Otro punto que salió a relucir fue el adeudo del gobierno de Chihuahua por 45 millones de pesos que se comprometió a pagar y no pagó a la Fundación Teletón, la cual si bien está en entredicho por su esquema, sus intereses y su financiamiento, lo cierto es que hay niños que dependen de esta institución para seguir su rehabilitación, pues el estado mexicano es casi siempre omiso cuando se trata de ayudar a estas personas y prefiere soltar cheques botadores para el relumbrón.
Ahora todos quieren denunciar… según. Según señaló el jefe político del gabinete, Gustavo Madero, las denuncias se desataron apenas se supo que Serrano y su padrino Duarte habían perdido las elecciones, lo cual trajo un repentino soplo ético sobre muchos burócratas que buscaron y buscan congraciarse con la nueva administración con el fin de conservar el hueso o al menos parte de él. Otros funcionarios también se dedicaron a borrar expedientes.
Corral también quiere barrer a duartistas del STJE. Así lo dejó claro cuando acompañado por el secretario general de Gobierno, César Jáuregui Robles, así como el Fiscal General del Estado, César Augusto Peniche, se reunieron el pasado jueves con un grupo de magistradas y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia del Estado.
La justicia está hecha garras. Así lo expresaron los magistrados quienes lamentaron el deterioro institucional y la pérdida de confianza en los aparatos judiciales, con justa razón, pues se volvió una agencia de empleos, favores y transas, pues a la justicia se le puso precio y se volvió un jugoso negocio para algunos. También se partidizó, pues cunden las grillas.
Fácil llegó, fácil se va. Esta máxima le quieren aplicar a Gabriel Sepúlveda, contra quien ya pesa una cláusula que podría impedir que continúe al frente del poder judicial del estado, pues los panistas en el Congreso lo quieren fuera antes del Aniversario de la Revolución, además de transparentar y abrir la elección de más de 70 jueces, donde participen no sólo los amigos del anterior gobierno, sino las barras de abogados y cualquier interesado.
Pero Sepúlveda no se quedará con los brazos cruzados. Se espera que el pleito llegue hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues los propriistas alegarán violación a la autonomía del poder judicial, algo que el pasado sexenio no les molestó en absoluto, al contrario. El pleito es de pronóstico reservado.
Antoduartistas, pero trumpistas. En un nuevo oxímoron del gabinete, la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega, le entró a la vaquita trumpista con más de 100 mil dólares de apoyo al Partido Republicano que postula al antimexicano Donald Trump, el mismo que ha recibido los más ácidos descalificativos del gobernador Javier Corral. Tan diverso es el gabinete que hasta trumpistas hay.
Y al final, la estatua de Villa fuera del centro de Parral. La megaestatua de 37 metros que el gobernador César Duarte se encaprichó en colocar en el centro de Parral, en una de esas ocurrencias desatadas por la megalomanía y la ignorancia, al final saldrá de esa área y se buscará recuperar lo poco que queda de la Casa Arras y otros inmuebles con valor histórico demolidos a lo baboso. Se propuso que el monumento sea colocado en un acceso a la ciudad, apelando al simple sentido común de que una obra de esas dimensiones no puede convivir con las construcciones de alrededor. El buen gusto y tino no fue la marca de la administración que ya salió.