Finalmente Hillary Clinton si llamó al republicano para felicitarlo.
El candidato republicano Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos. «Seré el presidente de todos los estadounidenses», ha dicho en una primera comparecencia pública en la que ha llamado a la unidad. Después de un largo y ajustado escrutinio, Trump se ha hecho con 276 votos de los 270 necesarios para ocupar la Casa Blanca. A Hillary Clinton, con 218 votos, no le ha servido ni el apoyo de los Obama ni la demostración de fuerza de las últimas semanas. Los Estados del Medio Oeste han sido decisivos para un triunfo histórico que supone una revolución en la política de la primera potencia mundial.
El eje central de su discurso, emotivo e improvisado, ha consistido en recordar la necesidad imperiosa de unificar al país. Consciente de la división interna tan grave que dejan unos resultados electorales tan reñidos, ha asegurado que «es tiempo de juntarnos como un pueblo unido. Seré el presidente de todos los americanos y esto es improtante para mí», ha dicho, antes de pedir «ayuda para trabajar por unificar nuestro gran país». Trump también ha agradecido a sus votantes, a quienes se ha referido como «un gran movimiento de trabajadores que quieren un mejor futuro para ellos y sus familias». Más todavía, «un movimiento de americanos de todas las razas y religiones que quieren un gobierno que sirva a la gente y así será».
El objetivo para Trump es «trabajar juntos, para reconstruir la nación y renovar el sueño americano». El que será el próximo presidente ha recordado como ha construido su propio emporio siendo capaz de detectar el potencial de la gente a su alrdedor, «y eso es lo que quiero hacer con nuestro país», ha dicho. «Cada americano tendrá que ver su potencial (para ayudar al país)» y ha asegurado que con él «ningún americano se sentirá olvidado». Sobre proyectos concretos ha dicho que mejorará las ciudades, las infraestructuras «y pondremos millones de personas a trabajar para reconstrituir el país». Entre sus prioridades ha citado ocuparse de los veteranos de guerra, a los que se ha sentido muy cercando durante la campaña. A los estadounidenses le ha asegurado que les hará sentirse orgullosos de su presidente.
Antes de decir que ama a su país ha asegurado que tiene un gran plan económico, «doblaremos nuestro crecimiento y nos llevaremos bien con la naciones que se quieran llevar bien con nosotros». En tono triunfalista ha asegurado que no se conformará con nada que no sea lo mejor para el país. En un mensaje al mundo, ha señalado que aunque pondrá «los intereses de EE UU primero, trataremos con todos de manera justa, sin hostilidades ni conflictos». En el capítulo de agradecimientos, se ha acordado de sus padres, hermanas, mujer e hijos.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.