Por violar la Ley de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) impuso multas por 263 millones de pesos en los últimos cuatro años.
Los sectores con más sanciones por infringir la norma son el financiero y el de seguros —el cual incluye a instituciones bancarias— a los que se les sancionó con 147 millones de pesos.
De acuerdo con Javier Acuña Llamas, comisionado del Inai, se demostró que los responsables omitieron verificar que los datos personales recabados fueran exactos, correctos, completos y actualizados.
«Esto es tan sólo un punto de partida, pero ¿cuáles son los que llevan la mano y por mucho? Son los financieros, son los más vulnerables para demostrar sus errores
«Sí, porque constantemente emiten mensajes, emiten llamadas, emiten situaciones de cobro o de requerimiento que dejan reporte o de actualidad de saldos que dejan evidencias por todos lados”, explicó.
En el Foro Fiscal y Legal de la Expo Finanzas, organizado por el Corporate Finance Summit, el comisionado manifestó que entre los principales incumplimientos a la Ley de Protección de Datos Personales está el dar tratamiento a los datos en contravención a los principios establecidos en la materia, con énfasis en el incumplimiento del principio de calidad.
«Las sanciones van a servir para generar conciencia crítica y para provocar conductas correctas, convenientes; es mucho mejor que no haya sanciones y que haya hábitos consecuentes, permanentes y responsables de parte de todas las empresas y de todas los integrantes del sector”, consideró.
Otro de los incumplimientos que llegan a tener los particulares al momento de tener datos personales es el recabar o transferir datos personales sin el consentimiento expreso del titular; por ejemplo, cuando las instituciones financieras tienen información personal y la comparten a administradoras de fondos para el retiro sin contar con el consentimiento del titular.
Se incumple, además, con el deber de confiabilidad, que es otra de las prácticas en las que caen las empresas, debido a que ignoran que no pueden divulgar datos personales como las claves bancarias.
Excelsior