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Salud y Bienestar

‘Copa menstrual’ abre debate entre legisladores

La copa menstrual, un producto femenino que, desde sus inicios, ha generado polémica en torno a su uso, efectividad y posibles riesgos.
Ese tema ha hecho eco entre diputados y senadores de nuestro país, quienes pidieron a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realizar estudios científicos en torno a la salud.
Partiendo de que el 3 de febrero de 2016 la Cofepris emitió una alerta sanitaria contra las copas menstruales, debido a que ningún producto de ese tipo cuenta con registro sanitario en el país, el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó que las autoridades federales en el ámbito de salud intensifiquen la promoción para tramitar su registro sanitario, e informe sobre la situación que guarda la alerta sanitaria de estos productos, luego de haber aprobado un punto de acuerdo.
En el documento se pide al Servicio de Administración Tributaria investigar el ingreso de estos productos al país en los últimos dos años, mientras que a la Procuraduría Federal del Consumidor que efectúe verificaciones para venta en línea de copas menstruales, a fin de cumplir con lo establecido en la ley en la materia.
Al argumentar el dictamen se precisa que las copas menstruales se han colocado como un producto alternativo a las toallas sanitarias y tampones, como una opción más económica y amigable con el medio ambiente y mejores beneficios higiénicos para la salud de las mujeres.
A 11 meses de emitida la alerta sanitaria sobre este artículo, aún no se dispone de información pública sobre la situación que guarda dicha alerta, ni de la existencia de peticiones de registro sanitario para este tipo de productos por parte de empresas fabricantes importadoras.
Señala que se detectó la prevalencia de venta de estos productos a través de medios de comercio electrónico y redes de ventas multinivel en línea, acción presuntamente irregular a pesar de la alerta sanitaria expedida por la autoridad competente.
Por ello es indispensable que la Cofepris facilite la publicación de aquellos criterios de evaluación, para que productos como la copa menstrual puedan ser comercializados sin impedimento sanitario en México.
El exhorto resalta que todos aquellos productos que se comercialicen dentro del país deben cumplir con la normatividad aplicable, como lo es el Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, además de contar con el registro sanitario ante la Cofepris.
La falta de dicho trámite sustenta la emisión de la alerta sanitaria en contra estos productos.
De igual manera, el ingreso a México de copas menstruales debe ser acorde con las leyes sanitarias y aduaneras. Adicionalmente, su comercialización y venta al público debe realizarse en el marco de las leyes de protección al consumidor.

Notimex

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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