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Policiaca

Asesina a sus tres hijos y se enfrenta a la policía en Guanajuato

Un enfrentamiento entre presuntos criminales y autoridades estatales, dejó como saldo tres niños muertos en el municipio de San Miguel de Allende.
A las dos de la mañana del sábado, elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Secretaría de Seguridad del Estado (SSP) recibieron el reporte de que un grupo armado realizaba detonaciones en la comunidad Ampliación de Cieneguita.
“Cuando los elementos policiacos arribaron al lugar fueron recibidos con disparos de armas de fuego, ante ello se solicitó apoyo por parte de los grupos tácticos”, informó la PGJE.
Agregó que los presuntos delincuentes huyeron por el patio trasero del inmueble y en el interior se quedó un hombre haciendo disparos. “Asegurado el inmueble lograron detener a la persona que accionaba una de las armas de fuego”, refirió la fiscalía.
En el lugar fueron encontrados muertos tres niños de 11, 8 y 4 años de edad, y una mujer quien manifestó que el hombre detenido era su esposo y que había matado a los menores, afirmó la Procuraduría de Justicia.
“Se ha podido establecer que una de las armas recuperadas, le fue asegurada al detenido, y es la que dio positivo con los elementos balísticos que fueron sustraídos de los cuerpos de los tres menores al momento de la necropsia”, difundió la dependencia.
El Ministerio Público integró una carpeta de investigación por homicidio en grado de parentesco, posesión de armas y droga, detalló.
“El ahora detenido será puesto a disposición del Juez de Control para la definición de su situación jurídica donde se le imputarán los hechos de los tres menores privados de la vida”, concluyó.
La Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato integró una queja por oficio para investigar cómo murieron los niños durante el operativo de seguridad.

La Jornada

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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