Rebelión en el Cobach. Lo que queda del PRI está tratando de reagruparse y para meter una “A-cuña” en cualquier grieta del gobierno corralista, y han decidido enfocarse en educación ya que es en ese sector donde tienen aún fuerzas vivas como el poderoso y amigo de siempre Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, así como el Sindicato del Cobach. Los líderes de ambos sindicatos tienen hartas razones para aborrecer al nuevo amanecer, pues les recortaron aviadurías y le están poniendo freno a sus apetitos. Por si fuera poco, les están dando los pretextos perfectos para movilizarse.
Están viendo que la perra es brava. Los maestros del sistema estatal del Colegio de Bachilleres iniciaron el paro de labores para exigir que les paguen sus prestaciones pues luego de un mes y medio de vacaciones hoy debían regresar más de 55 mil alumnos, pero no fue así, pues las autoridades del Cobach no les han resuelto qué onda con su lana. Son más de 2 mil 700 trabajadores de confianza, sindicalizados y administrativos los que aglutina el Cobach.
Teresa nomás reza. La titular del sistema Cobach, María Teresa Ortuño Gurza, no ha dado pie con bola en el conflicto. Su interés y preparación en esta institución estaban orientados a inocular la educación religiosa que ella defiende a capa y espada dentro de instituciones públicas y laicas como el Colegio de Bachilleres, pero nunca pensó que más allá de sus delirios medievales habría problemas actuales, como pagarle en tiempo y forma a los maestros.
Huele a PRI. Detrás de la chirinola salta el nombre de José Luis García, antecesor de Ortuño, quien no conforme con todo el poder, puestos y privilegios que acaparó durante su paso por la dependencia, ahora quiere seguir con las riendas del Cobach, ya no como director, sino como cabeza del sindicato mismo, para lo cual se cree podría contemplar hacer a un ladito al dirigente, José Acuña Peralta, a quien no convencieron con la promesa de pagarles pronto ya todo. También habrá que ver si el duartismo aún controla a los afiliados, pues con la zanahoria del pago completo ya sobre la mesa, quién sabe si quieran tomar las acciones con las que amenazan.
Y Cuarón pensando en tuercas. Quizá el secretario de Educación, Pablo Cuarón Galindo, ya comprendió que impartir educación en el Estado no es lo mismo que vender clavos y tachuelas. El empresario fue uno de los perfiles más cuestionados del gabinete por no contar con experiencia alguna en el ramo educativo. Él es un emprendedor, cercano a círculos empresariales, pero para entender de educación necesita, mínimo, unas clasesitas. La ¿oposición? priista está buscando lo más delgadito de la cuerda.
SNTE, enchilado por recorte de privilegios. El adversario del secretario Cuarón es nada menos que el sindicato de la educación, el más fuerte de los que quedan. Ahí andan que no los caliente ni el sol tanto a la dirigente, Rosa María Hernández, como el que de verdad dirige, Alejandro Villarreal. A todo su grupo lo tienen con pagos congelados por los cambios de clave, con lo cual les están dando un golpe a su bolsillo y a su poder político, y no se van a quedar así. La educación pública no es cuestión nada más de números y restas. Ahí va medio presupuesto, media burocracia y mucha, mucha grilla.
Salud, también se resquebraja. Hoy Pensiones Civiles del Estado cumple 60 años en uno de sus peores momentos. No sólo por el saqueo, la mala administración y el enfoque electorero de quienes lo encabezaron en la administración pasada, lo cual dejó 800 millones de deuda propia, y más de mil millones de pesos que deben las distintas dependencias y la Universidad Autónoma de Chihuahua, encabezada por Luis Fierro, de quien ya no se ha visto ni su sombra. Lo único bueno es que ya al menos surten las recetas y comienza a notarse un mejor servicio, muy poquito pero ahí la llevan.
Y otra vez la furia por el gasolinazo. Mientras el presidente Enrique Peña Nieto se hace el occiso y dejó de hablar del gasolinazo y del “mal humor social” que atizó, y mientras toda representación de la Federación sigue el ejemplo e ignora el tema apostándole al olvido, ayer cerca de dos mil personas se manifestaron en la capital y un número similar en Cuauhtémoc. Al estado también le tocó lo suyo, y exigieron la derogación de la revalidación vehicular, así como el proceso contra César Duarte, pues mucho se habla contra él y sus secuaces, pero él se pasea por los malls de EU como si nada.
Entre Lebarones te veas. Un momento especialmente álgido fue cuando Julián Lebaron, quien ha encabezado movimientos para promover las candidaturas independientes y exigir el cese de la violencia, intentó tomar la palabra frente a la torre legislativa, pero no lo dejaron y le recordaron que es primo de Álex Lebaron, quien como diputado estuvo alineado al exgobernador César Duarte, y ahora como legislador federal aprobó el gasolinazo que su primo dice repudiar. “Yo no lo elegí como primo”, dijo, pero tampoco se ha atrevido jamás a criticarlo, pese a su notable actuar contra los intereses de los representados.
Protestas se enfocan y robustecen. Mónica Villalobos, representante de la organización Wiki Política exhortó a apoyar la iniciativa del diputado verdaderamente independiente por Jalisco, Pedro Kumamoto, quien ha propuesto reducir las carretadas de dinero regaladas a los partidos políticos mediante la campaña “sin voto no hay dinero”. También estuvieron presentes normalistas de Saucillo, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Resissste, Chihuahua en Común, Retén Ciudadano, Somos más de 3, entre otros. Si las protestas llegaran a calmarse, el gasolinazo para principios de febrero las reavivará, mientras Peña y su gobierno siguen nomás mirando.