Conecta con nosotros

Nota Principal

Por qué Marruecos ganó la batalla contra el plástico

Published

on

Cuando uno pisa cualquier tienda o supermercado de España es inevitable añorar la valentía y la determinación con la que Marruecos emprendió hace medio año la lucha contra las bolsas de plástico. Ahí no salías de una tienda sin tres o cuatro bolsas en cada mano, de malísima calidad por cierto, pero igual de nocivas para el medio ambiente. Aquello era una plaga. Hasta que el Estado promovió una campaña con el nombre de Zero Mika (cero bolsas de plásticos), y promulgó en julio una ley contra la “fabricación, importación, comercialización y utilización” de las bolsas.
Por supuesto que hubo contrabando desde Melilla y una veintena de toneladas de bolsas requisadas. Pero hoy cuesta encontrarlas en la calle. Hasta la fruta va metida en bolsas de papel en los grandes supermercados. El ministro de Industria, Moulay Hafid Elalamy, sacó pecho este enero ante la prensa, cuando presentó su balance: “Ustedes han visto que no se trata de una simple campaña de prohibiciones, sino de un cambio definitivo”.
Según el ministro, la hazaña ha sido posible gracias a “operaciones de control eficaces a nivel local, en las unidades de producción, en los puntos de venta y en las fronteras”. O sea: poniendo un ojo en todas partes. La eficacia ha sido tan notable que uno se pregunta por qué no se pone tanto empeño en otros menesteres. No hablamos de tareas hercúleas como la corrupción (Marruecos ocupa el puesto 90 de los 176 países recogidos en el Índice de Transparencia Internacional), sino algo más modestas.
Se echa en falta, por ejemplo, un “Cero humo de tabaco en lugares públicos”. O bien: “Cero coches subidos en las aceras”. O una campaña para que los policías plantados en medio de las rotondas comiencen a regular el tráfico. Y ya puestos, alguna medida para frenar los accidentes de carretera: 3.565 muertos en 2015 (un 5,4% más que el año anterior), más del triple que en España (1.160 fallecidos en 2016).

El País
De momento

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

Published

on

El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto