Un estudio interno de la Cámara de Diputados, que registra el ausentismo y la inactividad de los legisladores, señala que en cada sesión no asisten un promedio de 130 de los 500 representantes populares.
Expone que tanto el quórum inicial para el arranque de las sesiones, como los registros en el tablero electrónico de votaciones, apenas conforman un total de 370 asistentes en cada votación.
Destaca también que uno de cada siete legisladores justifica por lo menos 10 faltas o más al año, lo que –de acuerdo con los días que trabaja en el pleno de San Lázaro: sólo los martes y los jueves– implica más de un mes de trabajo en el Palacio Legislativo.
Y aunque otros sí asisten, también se indica en el estudio que, de los 500 legisladores, hay 82 que no han presentado una sola iniciativa en ya casi 20 meses que llevan de trabajos en la LXIII Legislatura.
La lista de diputados improductivos –hasta el 21 de febrero– registra a 57 del PRI; 12 del PAN; 7 del PVEM; 6 del PRD, y hasta ese día por la mañana uno de Nueva Alianza, que después presentó su primera iniciativa.
Este seguimiento al trabajo legislativo –que dio a conocer en tribuna el diputado Jorge Álvarez Máynez, de MC– recuerda también que la Cámara de Diputados aún resulta cara, opaca e ineficiente. Señala que cuesta 7 mil 600 millones de pesos y que hay más de 660 iniciativas, incluyendo las que tienen que ver con la misma reducción del Congreso, que siguen atoradas en la congeladora.
Se menciona que el Congreso de la Unión sólo trabaja 7 meses al año y 5 meses están en “receso legislativo”, ya que no hay sesiones, a menos que los partidos acuerden –con temas ya pactados y con dictamen en mano– periodos extraordinarios en ambas cámaras.
Aun así, gozan de salarios, seguros y todo tipo de prestaciones los 365 días del año. Como ejemplo, apunta que los diputados gastan 161 millones de pesos en seguros de vida y gastos médicos mayores. Además, se asignan 9 millones de pesos para vales de gasolina para el uso de diputadas y de diputados.
El legislador Álvarez Maynez comentó sobre el estudio que “lo peor son los altos costos que se hacen en la Cámara de Diputados y, más todavía, la persistente opacidad en los gastos que, incluso, la Auditoría Superior de la Federación cada año observa y señala a los propios diputados y no pasa nada”.
“La peor noticia es que, por ejemplo, muchos recursos, como los vales de gasolina, no le llegan a la inmensa mayoría de diputados, porque los coordinadores los manejan con absoluta opacidad”, dijo.
“El mayor monto observado por la Auditoría Superior de la Federación tiene que ver con las asignaciones discrecionales a los Grupos Parlamentarios, de la cual ni siquiera se benefician la inmensa mayoría de los legisladores. Ni siquiera los diputados tienen las cuentas claras de cómo se gasta el dinero en esta Cámara”, reclamó.
Por ello, replicó al PRI y sostuvo que su partido “no se raja” y que va por la disminución del Congreso. “Aquí nadie se raja, eliminemos diputados, pero eliminemos a los que no representan a nadie y a los que estorban por su ineficiencia, por su corrupción, porque le estorban a la imagen pública de la política mexicana”.
El Financiero