Este Día de la Mujer hay poco qué celebrar. En lo que va del año van 25 mujeres asesinadas en el estado, en la mayoría de los casos sin justicia ni avances, y en la entidad suman cerca de 100 mujeres desaparecidas desde 1987 tan sólo en la frontera, de acuerdo con datos de la Red de Mesa de Mujeres. Más allá de la paridad de género en el gabinete y nombramientos de mujeres del grupo de Blanca Gámez en distintas áreas de gobierno, no se ha visto acción o resultado alguno en favor de este sector de la sociedad, el único realmente mayoritario.
Buena voluntad hay, resultados no. Lo que no hay es una estrategia para contener la violencia contra las mujeres, y en este tema no es posible pedir paciencia, ni siquiera tantita, pues a diario hay mujeres maltratadas, agredidas y hasta asesinadas. Si bien no es un tema que le toque resolver únicamente al gobierno, sino que debe participar la sociedad entera, lo que sí le toca es castigar a impartir justicia, y no se está haciendo.
Feministas en la nómina, feministas silenciosas. Esta fue la acusación que lanzó ayer la diputada Isela Torres contra sus congéneres, al señalar que desde que fueron integradas al gobierno, las otrora aguerridas leonas del feminismo le han bajado varias rayitas a sus protestas. La panista Blanca Gámez casi saltó de su curul a defenderse, y justificó su mesura con la apertura y reconocimiento de la situación que hay en el actual gobierno, a diferencia del anterior en cuya puerta asesinaron a Marisela Escobedo quien, por cierto, sigue esperando justicia.
El interés tiene pies, dicen. En días pasados fue publicado un patético video en el que se observa a la regidora Mónica Borruel recibiendo gritos, insultos y humillaciones por parte de los hombres de su familia: su padre, su hermano y su esposo. ¿Gritarle “pinche puta de mierda” a una mujer se considera violencia de género? Depende si quien grita pertenece al partido en el poder… pues ninguna feminista ni organización dijo una sola palabra al respecto, pero que no sea un rival político porque hasta lo inhabilitan. También hay quien señala toda crítica, incluso las mejor sustentadas, como violencia.
También hay avances. Fuera de estos círculos, la equidad de género presenta lentos pero ya notables avances. Ya no es tan fácil como antes discriminar a una mujer públicamente, y las nuevas generaciones poco a poco van cobrando conciencia de que hombres y mujeres son idénticos en capacidad, derechos y dignidad. Falta por avanzar en cuestiones tan sensibles como la violencia del feminicidio y la brecha salarial que aún es moneda común. Grandes retos los que tienen las mujeres chihuahuenses, pero hay motivos, aunque sean pequeños, para guardar cierto optimismo.
El auditor interino también anda optimista. De los diez días que otorgó el Congreso del Estado para recibir solicitudes de aspirantes a encabezar la Auditoría Superior del Estado, faltan sólo dos y nadie se ha inscrito. Esto tiene varias lecturas: Que muchos consideran que este puesto está a la medida de Armando Valenzuela, por obra de su sastre Arturo Fuentes Vélez, y que nadie más será seriamente considerado, pero también hay la expectativa del suspenso y que los interesados se inscribirán de último momento. Si nadie se apunta, pues ni el interino lo ha hecho (aunque avisó que lo hará), se tendrá que emitir una nueva convocatoria. Este último escenario es el menos probable.
En el PRI, pesimismo puro. La realidad alcanzó a los tricolores, quienes en vez de recuperarse de la paliza electoral que recibieron el año pasado, están cada día más desmoronados. No han dado pie con bola ni se han logrado articular como oposición, pues las voces más… ¿críticas? Son precisamente de los esbirros de Duarte, con personajes de la calaña de Fermín Ordoñez, Francisco Salcido o Guillermo Dowell, apestados en el mismo PRI y sin ningún eco o liderazgo real. Puros recuerdos y nada buenos queda de ellos.
¿Con qué cara van a salir a pedir el voto? ¿Dirán que ellos sí saben gobernar? ¿Defenderán las reformas del presidente? ¿Alzarán la voz contra la inseguridad o la corrupción? Simplemente no hay asidero electoral posible, la presidencia y las gubernaturas han sido un desastre en todos los aspectos, incluso para el partido. Todo indica que el PRI caerá hasta la tercera fuerza electoral, y no tendrá de otra que refugiarse en los estados y territorios regionales. Con todo, el PRI seguirá siendo una fuerza política de alta relevancia, no sólo por trayectoria, sino por su raigambre y presencia hasta en el último rincón del país. Como un virus, puede permanecer latente hasta que las condiciones lo hagan resurgir.
Tricolores en fuga. Así lo ven desde las dirigencias locales y nacional, y es por ello que Guillermo Dowell, en una nueva exhibición de ridiculez política, anunció que se sancionará a cualquier priista que sea visto en los eventos de López Obrador. Esto, para empezar, en anticonstitucional, pues una persona no puede perder sus derechos políticos en un partido sólo por escuchar a tal o cual persona. Se aferran a extirpar cualquier señal de crítica hacia el partido. En los eventos conmemorativos por su aniversario, en ningún lugar se mencionan la palabra clave: corrupción.
En el PAN también hay calambres. El fenómeno AMLO ofrece una membresía política muy atractiva a todos aquellos que presten las armas a su causa. En cambio, PRI y PAN (aunque estos últimos se nieguen aún más a verlo) están en un proceso de putrefacción, y las recientes elecciones tuvieron un repunte por el repudio al PRI y el ánimo del voto útil, un voto que está acaparando masivamente Morena. No por nada comienzan a sonar, medio en broma medio en serio, chistoretes sobre la conformación formal del mítico PRIAN que atormenta las pesadillas de los pejistas. ¿Le sorprendería? A nosotros tampoco.
Hospitales no tienen para cuando, según pudo atestiguarse durante la visita a Chihuahua del secretario de Salud, José Narro Robles, quien reconoció que no hay lana para rescatar los hospitales de Cancerología y Especialidades que son víctimas de la ineptitud e corrupción de la pasada administración, males materializados en hongos hediondos y otras fallas graves como la falta de planeación más elemental.
Coordinación fue lo único que pudo ofrecer, pues se busca el prorrateo (no se trata de ratear nada) entre el ISSSTE, el IMSS, la Secretaría de Salud y Pensiones Civiles del Estado, con el fin de coordinarse para ofrecer mejor atención a los chihuahuenses y obtener el financiamiento para rescatar lo que se pueda de las obras que se dejaron a medias.
Chihuahua está de luto por la partida del ícono del deporte Óscar Asiaín Ruiz, quien tuvo una destacada participación en el equipo mexicano de basquetball durante los Juegos Olímpicos de México 1968. Falleció ayer en la capital con apenas 68 años de edad, víctima del cáncer. Quienes lo recuerdan no sólo hablan de sus glorias deportivas, sino de su enorme calidad como persona. Desde este espacio deseamos a familiares y amigos pronto consuelo.