El buque escuela Cuauhtémoc, el único gran velero de la Marina mexicana, atracó esta semana en el puerto de Boston, la principal ciudad de la zona de Nueva Inglaterra, para ofrecer su mensaje de amistad y buena voluntad de parte del pueblo de México.
Iniciado su periplo global número 35 el pasado 6 de febrero en el puerto de Acapulco, el Cuauhtémoc dedica el recorrido de poco más de nueve meses que realizará este año al centenario de la Constitución de 1917.
Tras tocar base en Panamá, el Cuauhtémoc avanzó hacia el noreste de Estados Unidos, desde donde proyecta cruzar el Océano Atlántico hacia España, luego de lo cual dará la vuela al mundo con sus 234 tripulantes para regresar a finales del año al puerto de Acapulco.
El buque tiene como propósito preparar a los cadetes de marino, 43 durante el actual recorrido, en todas las faenas necesarias para hacer funcionar una embarcación de velas, una labor milenaria que requiere de un intenso trabajo en equipo.
“¿Por qué un buque de vela, cuando técnicamente estos debieron haber desaparecido desde hace un siglo? Porque la esencia sigue siendo necesaria en este buque: aprender el arte de navegación desde las raíces”, explicó Rafael Antonio Lagunes Arteaga, comandante del Cuauhtémoc.
En entrevista con Notimex, desde su oficina en la embarcación, Lagunes Arteaga señaló que los cadetes que completan su instrucción académica en el Cuauhtémoc obtienen un conocimiento práctico que “nunca se borra”, y completa el último de sus cinco año de aprendizaje formal.
El otro objetivo del buque, construido a petición de la armada mexicana en 1982 en el puerto español de Bilbao, es “transmitir un mensaje de amistad y buena voluntad” de parte de México al mundo.
Notocoas MVS