Los jefes del FBI y la NSA rechazaron este lunes la acusación de Donald Trump de que su antecesor Barack Obama intervino sus teléfonos durante la campaña electoral.
«El departamento no tiene información que soporte esos tuits», dijo el jefe del FBI, James Comey, durante una audiencia en la Cámara de Representantes, al referirse a los señalamientos hechos por Trump en Twitter.
«Ningún presidente podría» ordenar este tipo de escuchas, explicó. Y subrayó el «rigor» del procedimiento jurídico que se necesita para espiar los teléfonos de ciudadanos estadunidenses, lo que implica la firma de un juez especializado.
El director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Mike Rogers rechazó luego que Washington solicitara a los servicios de espionaje británicos de espiar a Trump como lo había insinuado un comentador conservador citado por el portavoz de la Casa Blanca la semana pasada.
«No he visto nada del lado de la NSA de que haya hecho tal cosa o de que alguien nos lo pidiera», dijo Rogers durante una audiencia ante la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Las agencias estadunidenses de inteligencia concluyeron en enero que el presidente ruso Vladimir Putin estuvo detrás de los intentos de interferencia.
Pero no habían comentado públicamente si estaba examinando los lazos entre los integrantes de la campaña de Trump y funcionarios rusos.
El jefe de la comisión, el diputado republicano Devin Nunes inició la sesión, la primera audiencia pública sobre el tema, afirmando que ese panel «no había visto evidencia hasta la fecha de que miembros de la campaña conspiraron con agentes rusos».
Pero el demócrata Adam Schiff detalló una lista de presuntos vínculos y comunicaciones entre el equipo de Trump y Rusia.
Noticias MVS