La aprobación de fondos para la edificación del muro fronterizo entre Estados Unidos y México fue pospuesta por los legisladores republicanos hasta fin de año y rechazada por los demócratas, estos últimos consideran que es una construcción innecesaria.
El senador republicano Roy Blunt, de Missouri, miembro de alto rango del Comité de Asignaciones presupuestales, indicó ayer que la solicitud de fondos adicionales del presidente Donald Trump deberá esperar hasta fines de año.
El problema está en la negociación del presupuesto gubernamental para este año y el desacuerdo tanto entre la mayoría republicana y la oposición demócrata en cuanto a las prioridades presupuestales.
Trump prometió en su campaña electoral construir una barda en la frontera con México y de hecho esperaba apurar la edificación desde este año con una inversión de dos mil 600 millones de dólares para el año fiscal 2017-18.
Pero los demócratas han prometido oponerse categóricamente y algunos republicanos consideran que no es necesaria, al menos en los términos iniciales.
De acuerdo con el sitio web politico.com, el gobierno de Trump hizo, a principios de año, una petición de 1.4 mil millones de dólares como parte de un plan que incrementaría el gasto de defensa en más de 30 mil millones de dólares. La idea era que el presupuesto para la valla quedaría incluida en el debate general.
Pero la misma publicación precisó que “el problema es que la barda no es tan popular, particularmente si los Estados Unidos van a pagar por ella; tampoco unifica a los republicanos en el Congreso”.
El senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, indicó que la barda no es una inversión útil y de hecho el debate sobre su financiamiento sólo sería un problema para la eventual aprobación del presupuesto militar.
En ese marco, el liderazgo republicano en las dos cámaras del Congreso decidió no vincular la petición de fondos para la barda con el presupuesto general.
En opinión de Blunt, citado por el periódico digital The Hill, la propuesta de ley de gastos suplementarios solicitados por Trump para pagar por actividades militares y el muro fronterizo complicaría las conversaciones y debería ser tratado en una fecha posterior.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.