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Mujer de EU recibe cadena perpetua por golpear a su nieta y aterrorizarla con un traje de bruja

Una mujer de Oklahoma City acusada de vestirse de bruja para aterrorizar a su nieta de siete años pasará el resto de su vida en prisión.
Geneva Robinson, de 51 años, fue sentenciada a tres cadenas perpetuas consecutivas el jueves, reportó el periódico The Oklahoman. Robinson se declaró culpable en febrero del delito grave de maltrato infantil.
Robinson, que se disfrazó de la bruja “Nelda” para espantar a su nieta, reconoció haber rasguñado a la niña en el cuello, pegarle en la cara, golpearle la mano con un rodillo y cortarle el pelo mientras dormía, según expedientes judiciales.
“Lo que ella hizo fue horrible y tendrá para siempre secuelas en la niña y los hermanos de la menor”, indicó la fiscal federal adjunta Merydith Easter. “Ella merece la misma piedad que le tuvo a la niña: ninguna”.
Un video de tres minutos tomado con un celular fue mostrado durante las sesiones iniciales en el tribunal, a fin de exhibir el maltrato infantil.
En las imágenes, Robinson aparece vestida de negro, con lo que parece ser una máscara y las manos pintadas de verde.
Tanya Jones, abogada de Robinson, dijo que su defendida carecía de los recursos para controlar a la menor.
“Ella comprende que fue demasiado lejos”, señaló Jones.
Robinson aseveró que recibe tratamiento y toma medicamentos para atender trastorno bipolar y esquizofrenia.
El novio de la procesada, Joshua Granger, también fue sentenciado tras declararse culpable de un cargo del delito grave de maltrato infantil. Se prevé que purgue una sentencia de 30 años de prisión.
La policía detalló que Robinson fue arrestada en septiembre de 2014 después que llevó al hospital a la niña que presentaba desnutrición.

AP

Nota Principal

Trump y Musk rompen públicamente: amenazas, acusaciones y un choque con consecuencias políticas y económicas

WASHINGTON (CNN) — Lo que alguna vez fue una de las alianzas más poderosas e influyentes en la política estadounidense ha estallado de manera espectacular. El presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk protagonizaron este jueves un enfrentamiento público cargado de acusaciones, amenazas de represalias económicas y hasta insinuaciones sobre el escándalo Epstein.

Todo comenzó cuando Trump expresó su “profunda decepción” con Musk tras las críticas del empresario al proyecto estrella del presidente: un gigantesco paquete legislativo republicano sobre impuestos, gasto, energía y migración. “Teníamos una gran relación. No sé si la tendremos más”, dijo Trump desde la Oficina Oval.

Musk respondió con artillería pesada desde su red social X, afirmando que Trump no habría ganado la elección de 2024 sin su ayuda y calificando su actitud de “ingratitud”. La guerra digital entre ambos se intensificó rápidamente, reflejando una ruptura total entre el presidente y uno de sus mayores donantes y aliados tecnológicos.
Del «súper asesor» a enemigo político

Musk, quien hasta hace poco ocupaba un rol especial como empleado del gobierno a cargo de la “eficiencia gubernamental”, fue clave en el diseño de la visión trumpista de achicar el aparato federal. Pero ahora, fuera del cargo, ha arremetido contra el pilar legislativo del presidente, llamando al proyecto una “abominación asquerosa” por su impacto en el déficit.

Trump, enfurecido, contraatacó amenazando con cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Musk, una medida que podría afectar severamente a empresas como SpaceX, Tesla y Starlink, y que incluso tendría repercusiones en la Estación Espacial Internacional.

Musk respondió con una acusación explosiva y sin pruebas: aseguró que Trump “está en los archivos de Epstein” y sugirió que ese sería el motivo por el cual ciertos documentos del caso no han salido a la luz. CNN no ha podido verificar esa afirmación ni ha recibido comentarios oficiales de la Casa Blanca.
Crisis interna para los republicanos

El magnate también se burló de la política arancelaria de Trump —diciendo que llevaría a una recesión este mismo año— y hasta se mostró abierto a respaldar un juicio político para destituir al presidente y colocar al vicepresidente JD Vance en su lugar.

La relación entre ambos ha tenido consecuencias inmediatas. Las acciones de Tesla cayeron en Wall Street tras la pelea pública, y los analistas ya especulan sobre cómo esta ruptura podría influir en futuras elecciones, dado que Musk fue el mayor donante individual conocido en las elecciones de 2024.

Algunos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Trump estaba “más sorprendido que enojado”, y que el distanciamiento con Musk le ha afectado emocionalmente. Sin embargo, la actitud del presidente ha comenzado a endurecerse, especialmente después de que Musk dijera: “Sin mí, Trump habría perdido”.
Una pelea con implicaciones más allá del ego

Más allá de la disputa personal, la pelea plantea dilemas políticos y económicos importantes: ¿seguirá Musk respaldando candidatos republicanos? ¿Se cortarán efectivamente sus contratos con el gobierno federal? ¿Podría esto fracturar la ya polarizada base conservadora?

En un tono melancólico, Trump evocó los días en que Musk lo apoyaba y hasta hacía campaña por él: “Elon me respaldó con fuerza. Incluso subió al escenario a hablar por mí”, dijo, visiblemente afectado. Sin embargo, también lo acusó de sufrir una especie de “síndrome de desorden anti-Trump” común entre exfuncionarios.

Por ahora, mientras los insultos y acusaciones vuelan de una plataforma a otra, una imagen de su antigua cercanía persiste: el Tesla rojo que Trump compró en un evento para impulsar el negocio de Musk aún permanecía estacionado en el camino de entrada de la Casa Blanca la noche del jueves. Un símbolo de una alianza que, al menos por ahora, parece haber llegado a su fin.

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