El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se quejó hoy de que nunca un mandatario o político ha sido tratado “más injustamente” que él, en particular por la prensa.
En medio de una nueva crisis provocada por la oleada de denuncias sobre su intento de presionar al FBI y obstaculizar la justicia tras haber hecho revelaciones secretas a diplomáticos rusos, Trump alegó durante un evento de promoción de nuevos cadetes de la Guardia Costera:
“Miren la forma en que he sido tratado recientemente, especialmente por la prensa. Ningún político en la historia, y lo digo con gran seguridad, ha sido tratado peor o más injustamente”.
En tanto, el influyente presidente republicano de la Cámara de Representante, Paul Ryan, dijo este miércoles que el Congreso no debe “concentrarse en especulaciones (…) y aquí hay claramente política en juego. Nuestro papel es concentrarnos en los hechos”.
Putin ofrece transcripción de la conversación en la que Trump comparte información de inteligencia
Ryan y las bancadas republicanas en las dos cámaras del Congreso se encuentran bajo presión para que se manifiesten sobre las denuncias contra el presidente Trump, quien se encuentra en el cuarto mes de su mandato.
El magnate está en el centro de atención a consecuencia de una serie de episodios controvertidos en la Casa Blanca.
El capítulo más reciente estalló la semana pasada cuando Trump despidió sorpresivamente al director del FBI, James Comey, y al día siguiente se reunió en el Salón Oval con el canciller ruso, Sergei Lavrov.
Esa secuencia se agudizó porque Comey conducía una investigación en el FBI sobre la alegada colusión entre Rusia y el comité de campaña de Trump en las elecciones presidenciales del año pasado.
El despido de Comey generó una crisis política en Estados Unidos, en particular porque la Casa Blanca se enredó en versiones contradictorias sobre el proceso que condujo a esa decisión.
Incluso, Trump publicó en Twitter un mensaje con una clara advertencia a Comey, recomendándole que guardara silencio y sugiriéndole que tenía grabaciones de sus conversaciones antes de su despido.
El lunes pasado la prensa reveló que, en su conversación con Lavrov, Trump le reveló informaciones de inteligencia que eran consideradas de “máximo grado” de secreto.
Según lo publicado, Trump le habría revelado a Lavrov que el grupo radical Estado Islámico (EI) planeaba ataques a Estados Unidos usando computadoras portátiles en vuelos, una información que aparentemente Washington recibió de Israel con la condición de no pasarla a nadie.
La noche del martes el diario The New York Times dijo poseer un memorando interno escrito por Comey en el que afirma que en una conversación Trump intentó cerrar una investigación del FBI.
Como consecuencia de sus investigaciones sobre la relación entre Rusia y el comité de campaña, el FBI tenía la mira puesta en el general Michael Flynn, entonces asesor de Trump sobre seguridad nacional.
Flynn fue despedido por Trump en febrero, y tras ello el presidente le habría sugerido a Comey que abandonara la línea de investigación sobre la relación de su comité de campaña con Rusia.
Flynn “es un buen tipo. Espero que pueda abandonar” esta investigación, habría dicho Trump a Comey en el Salón Oval el 14 de febrero, según informó el diario. Y habría agregado: “Espero que pueda ver el modo de dejar esto, de dejar ir a Flynn”.
Rusia negó que Trump le haya pasado a Lavrov cualquier información reservada, y el presidente Vladimir Putin señaló en Washington que había un clima de “esquizofrenia política”.
Incluso Putin dijo que estaba dispuesto a proporcionar al Congreso estadunidense una transcripción de la conversación entre Trump y Lavrov.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.