Las personas que tienen un empleo en donde no están registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es necesario que también tengan acceso al crédito del Instituto Nacional del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
En este sentido Ángel Islava Tamayo, director general del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), consideró que debe tomarse en cuenta esta posibilidad. Asimismo, explicó que es necesario que se evalúe la creación de nuevos productos financieros de la vivienda popular con tasas de interés bajas para personas que no estén adheridas al sistema de seguridad social.
De igual manera, enfatizó que el reto es atender a más del 43 por ciento de los mexicanos que no tienen acceso a este sistema, que en ocasiones tienen los ingresos para acceder a una vivienda digna.
Para cumplir esta propuesta es necesario tener acceso a más recursos, por ende es importante crear convenios con la banca comercial, así como con los gobiernos estatales y municipales.
El tipo de vivienda que alcancen las personas que no cuentan con seguridad social debe tener características muy parecidas a las que se les otorgan a los trabajadores que sí la tienen, es decir, contará con espacios de, aproximadamente, 45 metros cuadrados.
El dirigente de la Fonhapo subrayó que el proyecto también debe contar con techo de losa, cocina, área de usos múltiples, instalaciones sanitarias y eléctricas con un costo promedio de 110 mil pesos.
No obstante, según las cifras del Infonavit hasta el 2016 se tenía un rezago en viviendas del 28.5 por ciento en el país, mientras que en 2012 este rebasa el 30 por ciento.
Debido a esta situación, en el 2013 se reforzó la política de la vivienda, por lo que de esa fecha a la actualidad se han logrado construir 1.1 millones de viviendas en el país.
Cabe destacar, que los costos de las viviendas han tenido una fuerte variación en los últimos años por la fluctuación del dólar, así como de las tasas de interés. Tan solo en marzo de 2017, el incremento en su costo, a nivel nacional, fue de 4.7 por ciento en promedio, mientras que en febrero, del 5.7 por ciento.
Las condiciones de los costos en las viviendas podrían continuar variando en el año debido a la inestabilidad de la economía.
Fuente: El Debate