La mayoría de los casos de pancreatitis se desarrollan por malos hábitos alimenticios, como la ingesta excesiva de grasas y de alcohol, además otros pueden derivarse de daños ocasionados por los cálculos biliares.
El primero es el dolor. Este se produce por la inflamación provocada por las enzimas que están atacando al órgano que las produjo. Se produce justo después de comer (sobre todo alimentos grasos o condimentados) o beber alcohol. Este dolor puede durar varios días e ir aumentando la intensidad.
El dolor se irradia hasta detrás de la espalda o por debajo del omóplato izquierdo.
Fiebre. Cuando sientas dolor debes tomar tu temperatura corporal si es alto, acude a tu médico de inmediato para descartar que sea pancreatitis.
Náuseas. Los alimentos no se digieren bien por la alteración del sistema digestivo ya que el páncreas está inflamado.
Dolor de cabeza. El sistema inmunitario está siendo atacado y se encuentra débil. Este efecto se manifiesta pronto con dolor de cabeza.
Pérdida de peso. Si pierdes peso sin proponértelo, y presentas los síntomas anteriores podrías tener alteraciones en el sistema digestivo. Si el páncreas está afectado, los alimentos no se sintetizan bien y no se absorben los nutrientes correctamente.
Para cuidar su salud, debes limitar tu consumo de alcohol
La otra causa de pancreatitis: tomar mucho. El consumo de alcohol puede provocar un ataque o una inflamación que puede durar por meses y hasta años. Los síntomas incluyen: heces que flotan, mal olor o grasa en las heces (porque hay una mala digestión).