Los padres de Mireya Agraz Cortés planearon junto con su hija la muerte de ellos mismos y de sus tres nietos, luego de que el padre de los menores, acusado de abusos contra su propia familia, ganó la custodia.
Una nota hallada en el domicilio de la colonia San Jerónimo Lídice, donde estaban los cuerpos, fue escrita por el abuelo, Enrique Agraz, y estaba dirigida a otro de sus hijos, también de nombre Enrique.
Nos tomamos un coctel de pastillas molotov, si no nos hizo a tu mamá y a mí daño, un tiro a cada uno con la 25 Quique”, tu papi.
Fuentes cercanas a la investigación del caso explicaron que la nota estaba dirigida a un hermano de Mireya, y presuntamente no tenía conocimiento de los planes de sus padres y de su hermana.
Mireya denunció en octubre pasado, con Francisco Zea, en Imagen Televisión, que su niño comenzó a mostrar signos de violencia sexual desde los tres años.
La sustancia que ingirieron aún es desconocida. El mismo medicamento fue suministrado a los menores. La decisión del suicidio se habría tomado tras el resultado desfavorable de un juicio de guarda custodia con el exesposo de Mireya.
El hecho ocurrió la noche del martes y los cuerpos fueron hallados por un empleado de la familia, que fue contactado por Enrique, luego de que éste estuvo marcando por teléfono y nunca le contestaron.
Dentro del domicilio, en San Bernabé 907, San Jerónimo Lídice, delegación Magdalena Contreras, yacían los cuerpos de Emiliano, de nueve años, y las gemelas Arantza y Regina, de seis.
Ahí estaban también los cuerpos de la mamá de los menores, Mireya, y del abuelo, Enrique, de 70 años. La abuela, Rosa María, de 60, sobrevivió. Al cierre de esta edición aún estaba grave.
En los cuerpos de los menores había una biblia acomodada entre sus manos.
Enrique, hermano de Mireya, explicó que hace año y medio ella terminó su relación conyugal con Leopoldo Olvera Villa, a quien acusó de hacerle tocamientos a las niñas, lo cual no fue comprobado por las autoridades.
Médicos del Instituto de Ciencias Forenses establecieron el deceso como congestión visceral generalizada, por lo que solicitaron estudios histopatológicos y de sangre para toxicológicos, y determinar la sustancia que ingirieron. Ya se les practicó la necropsia.
Excelsior