Conecta con nosotros

Deportes

La afición mexicana sigue con mala conducta en el Azteca; podría haber nueva sanción

Las multas que ha impuesto la FIFA a la Federación Mexicana de Fútbol por los gritos homofóbicos de los aficionados hacia los porteros de las selecciones que visitan el Estadio Azteca parecen que no han servido de mucho.
Los aficionados mexicanos aprovecharon este jueves el partido ante Honduras para continuar con su mala conducta pero también para celebrar una victoria que reforzó su liderato en el Hexagonal Final de la Concacaf.
El grito: “¡Eeeh puto!”, que le ha valido diferentes sanciones y que está a un paso de provocarle un veto en los próximos partidos no cesó en el partido frente a Honduras en la quinta jornada de la eliminatoria mundialista de la Concacaf.
Con un Estadio Azteca por abajo de la mitad de su capacidad, 38 mil aficionados, el sonido local “sugirió” a sus fanáticos no agredir al guardameta visitante, durante sus despejes pero la fanaticada no aceptó la “sugerencia” y continuó, reforzó y hasta aumentó el volumen de la expresión.
“Reivindiquemos nuestra afición y juntos gritemos “México” antes del despeje del portero”, repitió con insistencia la grabación, pero la afición mexicana no hizo caso y en cada despeje soltó su grito de batalla.
Para el momento del grito, el sonido local intentaba tapar la expresión con una voz de apoyo que decía “México”, pero esa estrategia no funcionó y conforme el sonido local emitía la expresión y subía el volumen, los aficionados aumentaban el sonido del grito ofensivo en una especie de juego que fue provocado por la “sugerencia” con tono de orden que le hicieron a los aficionados.
En otro intento,este fallido, por “controlar” e inhibir el ofensivo grito, el sonido local recurrió a la famosa tonada del “Cielito lindo” antes de los despejes del guardameta hondureño Donis Escober, pero los aficionados mexicanos la dejaban de cantar para seguir fustigando al portero rival.
Los goles del defensa Oswaldo Alanís y de los delanteros Hirving Lozano y Raúl Jiménez fueron el mejor antídoto para que los aficionados se olvidaran de la expresión y celebraran el cuarto triunfo de México en la eliminatoria ante un débil Honduras que estuvo acompañado por un centenar de seguidores que presenciaron un tanto nerviosos y desesperados la derrota de su equipo.
Además, en las pantallas que delimitan los niveles de la zona de palcos en el estadio se repitió el mensaje: “Cantar puto no te hace más mexicano, ayúdanos a evitar una sanción”, como un aviso de lo que posiblemente suceda en los próximos meses.
Con el triunfo, México llegó a 13 unidades, y el domingo recibirá a la selección de Estados Unidos, su acérrimo rival, ante el que podría sellar su pasaje, de manera anticipada, para Rusia 2018 ya que llegaría a 16 unidades de 18 posibles con cuatro partidos por jugar.
Honduras, con apenas cuatro unidades es quinto y con limitadas posibilidades de repuntar, visitará el 13 de junio a Panamá, que ocupa el cuarto puesto.

(EFE)

Deportes

Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto