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Michael Phelps compite contra tiburón blanco en Sudáfrica

La leyenda olímpica estadunidense Michael Phelps, el deportista más laureado en Juegos Olímpicos, tuvo uno de los «grandes desafíos» de su carrera al nadar contra un tiburón blanco para el canal de televisión Discovery en Español y dijo que muchas personas creen que está «loco» por haberlo hecho.

«La experiencia fue sin duda un gran desafío», afirmó Phelps en una teleconferencia de prensa en la que dijo que su meta nunca fue la de «poder ganarle» a un tiburón, pero sí «compararse», «nadar con ellos y aprender cómo viven».

El ganador de 23 medallas de oro olímpicas, ahora retirado, se enfrentó al mayor depredador del océano en una carrera única que se grabó cerca de las costas de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y que el canal Discovery en Español estrenará el 23 de julio en Estados Unidos.

Para el conocido como «Tiburón de Baltimore», nadar con escualos reales significó «la concreción de un sueño», una de esas actividades que estaba en su lista de «cosas pendientes para hacer en la vida», aunque ellos jugaran «en casa».

«Muchos creen que estoy loco por sumergirme en el agua para hacer esto, pero tuve todas las medidas de seguridad en el agua y me sentí muy seguro todo el tiempo», manifestó.}

La particular prueba se desarrolló en aguas abiertas, a apenas 13 grados celsius, y el equipo del programa creó un carril de natación en el que Phelps nadó con 15 buzos debajo de él, según el propio nadador.

Después de ver en acción al tiburón blanco, que puede alcanzar los 40 kilómetros por hora, Phelps declaró que desearía tener la capacidad del animal de «girar en ángulo cerrado y nadar en cualquier dirección», así como disponer de su explosividad.

«Mis salidas no eran muy buenas y si hubiera tenido un poco de esa explosividad, habría sido increíble», comentó el campeón, al que le gustaría ver cómo se desenvolverían los tiburones en una prueba de piscina en 100 metros.

El deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos se retiró después de conseguir sus últimos cinco oros en los Juegos de Río 2016, a los que volvió para «terminar las cosas» como él «quería», aunque todavía nada 1,6 kilómetros por semana por su «propia tranquilidad mental».

Deportes

Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

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